martes, 4 de septiembre de 2018

El conflicto en AIRBUS se resolvió con una aceptación casi total de los acuerdos respaldados por l@s trabajador@s.


Como complemento a la última información que publiqué en éste blog sobre el conflicto en AIRBUS, quiero informar que en todos los centros de la empresa se ratificó el preacuerdo alcanzado por el Comité Interempresas y la Dirección.
Asimismo el punto más desfavorable: la NO readmisión del trabajador despedido en Puerto Real se resolvió con la aceptación por éste, Antonio Barce, de las condiciones negociadas que suponen cobrar el 95% de sus retribuciones durante 5 años hasta su prejubilación y la empresa cotizará el 100% para que pueda alcanzar la pensión completa.
Por su parte la empresa ha dejado constancia que para combatir el absentismo volverá a aplicar el artículo 52.d del Estatuto de los Trabajadores, aunque está obligada por los acuerdos a informar previamente a los Comités de Empresa.



A continuación inserto dos artículos que se publicaron en el periódico digital lavozdelsur.es que recogen la crónica de como fue el despido y el inicio del conflicto.





Antonio Barce, el gaditano que paralizó a más de 1.000 trabajadores durante siete días
El montador aeronáutico que la factoría de Airbus en Puerto Real echó "por ponerse enfermo" cuenta a lavozdelsur.es su historia y las consecuencias que está sufriendo tras ser despedido
 CLAUDIA GONZÁLEZ ROMERO  14 DE JULIO, 2018


“Si él fuera mala gente íbamos a estar nosotros aquí…”, murmura uno de los sindicalistas de CGT sentado en una silla de playa frente a la planta de Airbus de Puerto Real mientras mira de reojo a Antonio Barce. Él, con polo azul de la empresa y una gorra con un dibujo de un buitre en bicicleta, le devuelve la mirada y sonríe. “Le tengo que dar un beso a cada uno de mis compañeros. ¿Van a parar una fábrica por un sinvergüenza?”, pregunta.
Durante cuatro días, cerca de cinco trabajadores miembros del sindicato han permanecido de acampada a las puertas de la factoría con el objetivo de que uno de sus compañeros, que fue despedido “por ponerse enfermo” y estar más de 12 días de baja en menos de dos meses, fuese readmitido. Pero días antes, Antonio Barce —el protagonista de esta historia— consiguió paralizar a más de los 1.000 trabajadores que operan en la planta puertorrealeña durante una semana. “Nunca se ha vivido eso en el sector”, incide otro sindicalista.
Nacido en Cádiz, en el año 1960, Antonio Barce estudió Mecánica en San Severiano. Con un abuelo y un hermano mayor vinculado al sector del metal, empezó a trabajar con 21 años en Dragados y Construcciones, construyendo Delphi. “Hay que trabajar ya, me decían mis padres”. Al año, en septiembre de 1982 entró a formar parte de la plantilla de CASA Construcciones Aeronáuticas S. A., en Puntales (Cádiz).
“Yo era muy buen ajustador”, rememora, ya que en la actualidad hay oficios que se han perdido dentro de la industria. Todo cambió en el 2000, cuando CASA (de carácter público) fue absorbida por Airbus, a día de hoy el mayor grupo aeroespacial del mundo. 36 años trabajando como montador aeronáutico, en plantilla fija. “Toda mi vida con los jierros, con jota”, dice con sorna. Hasta que el pasado viernes 15 de junio el jefe de Recursos Humanos de Puerto Real le comununicó en su despacho que “por las sucesivas bajas, aún justificadas por los diferentes motivos, prescindimos de sus servicios”.
Me caí al suelo… Sufrí un ataque de ansiedad en ese momento”, narra Barce. Cuenta que se asfixiaba y que se le subió la tensión. “Mal, muy mal… Me iba muriendo”, suspira. Se lo llevaron en silla de rueda desde Airbus hasta el hospital de Puerto Real, donde le dieron otros dos ataques de ansiedad. Aquello ocurrió en la mañana, a eso de las 11:00. Y justo, una hora después, todos los compañeros pararon toda actividad en la planta.
Cuando supieron los motivos, fue tal la indignación, que todos —unos 1.000 trabajadores entre profesionales del metal y auxiliares—, que llegaron a estar inactivos hasta el viernes siguiente: el 22 de junio. “Si lo consentimos nos echan a todos”, expresó Juan Antonio Guerrero, secretario general de CGT en Puerto Real y montador aeronáutico en la planta de Airbus, también en Puerto Real, al tiempo en que exigía la no aplicación del artículo 52, artículo por el cual despidieron al compañero, Antonio Barce.
“No recuerdo que se haya aplicado nunca este artículo con otro trabajador… Quizá en el año 88, en Puntales, pero eran por problemas diferentes”, cuenta Barce. En su caso, este montador aeronáutico gaditano se dio de baja en marzo de 2018 por una bronquitis aguda, que le mantuvo en casa durante dos semanas.
“Y un viernes pido el alta voluntaria para incorporarme el lunes siguiente porque ya me encontraba mejor. Pero ese mismo viernes me llaman del hospital más tarde para decirme que me van a operar de la lesión del hombro derecho —enfermedad profesional con la que lleva 2 años y medio— y que me tienen que ingresar ese mismo lunes. Razón por la que entré en una segunda baja, coincidiendo con la primera. Y al ser dos bajas en menos de 20 días, me han aplicado el artículo 52. Pero claro, el hospital te llama cuando te tiene que llamar”, explica.
“Todo esto por pedir el alta voluntaria…”, se retuerce. Desde aquella fatídica noticia, Antonio Barce sufre depresión y visita al psicólogo desde el pasado 20 de junio. Además, tiene poliartrosis degenerativa y epicondelitis, ambas enfermedades profesionales. “Y el corazón partío“, bromea.

Según relata Barce a este digital, cinco días después de ser despedido, en la factoría de Puerto Real hubo una reunión que duró casi 24 horas en el que estuvieron presentes el comité de empresa y la dirección. “En esa reunión el director llegó a decir verbalmente que retiraba el artículo 52 y que iba a readmitir a Barce. Pero luego llego el de Recursos Humanos, se negó y se acabó”, comparte un sindicalista.
Por aquel entonces había unidad sindical y todos (CCOO, UGT, ATP y CGT) luchaban para negociar la readmisión de Barce. Pero desde que la reunión del comité interempresas se saldara con su despido y una cuantía de dinero, los compañeros de CGT se rebelaron contra el resto acampando frente a la planta de Puerto Real. “No se logra nada sin luchar”, espeta uno del sindicato frente a Airbus.
Han estado durmiendo en cuatro tiendas de campaña y en los coches. Sin moverse del sitio, comiendo bocadillos de caballa, de mortadela con aceitunas y una cerveza, o en el mismo comedor de la empresa. Hasta que finalmente este pasado jueves 12 de julio se celebró una reunión de carácter urgente en el que Barce ha llegado a un acuerdo con el jefe de Recursos Humanos, para cobrar el 95% de su salario durante los cinco años que le quedan para jubilarse, y cotizar una pensión del 100%.
Y así termina la historia de Antonio Barce, el gaditano de 58 años de edad que consiguió movilizar a más de 1.000 trabajadores. Eso sí, el próximo 19 de julio será cuando todo lo acordado será formalizado en un papel y toda la pesadilla habrá acabado.

Ponen fin a la acampada frente a Airbus tras llegar a un acuerdo con el despedido

En una reunión de carácter urgente, el jefe de Recursos Humanos, junto al comité de empresa, negocia que Antonio Barce cobrará el 95% de su salario hasta su jubilación, en la cual cotizará el máximo
 CLAUDIA GONZÁLEZ ROMERO  12 DE JULIO, 2018

Antonio Barce, el trabajador de 57 años despedido por Airbus, después de llevar 36 en la empresa, por “ponerse enfermo”, ha llegado a un acuerdo con el jefe de Recursos Humanos tras mantener una reunión con el presidente del comité de empresa, Juan Manuel Trujillo (CCOO), y los demás sindicatos (UGT y CGT).
Según fuentes consultadas por lavozdelsur.es, en un acuerdo verbal —sin documentación de por medio— Barce no será readmitido, pero cobrará el 95% de su salario durante los cinco años que le quedan para jubilarse, y le quedará una pensión del 100%.
El principal afectado ha aceptado las condiciones que le han presentado en una reunión de carácter urgente llevada a cabo en la tarde de este jueves en la factoría de Airbus en Puerto Real. “Bastante bien todo, nos han explicado los conceptos de la cantidad y las vamos a corroborar con el gabinete jurídico de nuestro sindicato. Tenemos para contestarles hasta el próximo lunes 19 de julio”, manifiestan fuentes de la CGT. Por ello, debido al acuerdo ha sido el propio despedido quien ha puesto fin a la acampada frente a la planta puertorrealeña.
Además, desde el sindicato han afirmado que retirarán el paro estatal que tenían propuesto realizar ese mismo día, el 19 de julio, debido a estas nuevas negociaciones. “Hay dos aspectos significativos del acuerdo y es que contempla las subidas salariales que ha podido tener Barce y que, en caso de que halla algún defecto de forma de aquí hasta el 19, aseguran que se subsanará”, destaca uno de los miembros de CGT.

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