viernes, 27 de noviembre de 2020

Antonio Guerra Jiménez será recordado como cultivador de la amistad, deportista integral, entusiasta animador de eventos y cualificado profesional.

 

Su activo desenvolvimiento en todas esas vertientes le puso en contacto con centenares de compañer@s que hoy sienten su muerte y lamentan no poder despedirlo como se merece.

Con 12 años entró en la Escuela de Aprendices de La Hispano Aviación y adquirió la formación profesional de Chapista, después en Construcciones Aeronáuticas supo integrarse muy bien en la emblemática Sección 2315 de la Factoría de Tablada donde fue muy respetado siendo un buen compañero y siendo también un buen jefe. Con sus colegas de oficio participó en los triunfos futbolísticos de <Los Bollalatas> y, deportivamente, también destacó en el Balonmano contribuyendo al prestigio de los aeronáuticos en esta modalidad de juego de pelota.

Gran activista del Grupo de Empresa destacaba animando en todos los eventos y organizándolos trabajó intensamente desde la Junta Directiva ¡muchas miles de horas! que dedicó a las actividades, la caseta de la feria, etc. Y en los ratos lúdicos era de los primeros que se arrancaba a cantar y bailar. Todo ello lo compatibilizó con su compromiso de trabajador reivindicativo, con su militancia sindical, su participación en las candidaturas y en el Comité de Empresa donde representó a los Técnicos de CC.OO. de Tablada. Aquí lo recuerdo muy especialmente cuando me aconsejaba y me animaba a desarrollar las tareas de promoción y ascensos.

En el año 2016 coincidimos en la Factoría para saldar las horas pendientes de la jubilación parcial que nos afectó especialmente a los nacidos en el año 1954. Ya entonces sufría discretamente con sus achaques de salud y fue a principios de este fatídico 2020 cuando la enfermedad limitaba su existencia. Pero, a pesar de todo, era admirable su entereza para sobreponerse. Andaba con bastón y cubría su cabeza con un sombrero cuando se presentó en los encuentros de la Peña Gastronómica Que Bien Te Veo llevando consigo a otro mítico compañero que le supera en edad, en esos días conversó animadamente rememorando anécdotas.

Antonio cumplió los 66 años el pasado 14 de Julio y le llega la muerte sin haber disfrutado de su jubilación. Se nos va un baluarte de trabajador de CASA-AIRBUS que era un referente en varios aspectos representativos para nuestro prestigio en el seno de la sociedad hispalense. En esta semana nos han dejado físicamente dos Antonios recién jubilados, excelentes profesionales, chapistas, deportistas,…y sin ni siquiera tiempo para el duelo y el consuelo tenemos que asumir sus despedidas sin poder arropar sus féretros en la despedida final.

Es por ello que he recopilado varias fotos porque pienso que un buen homenaje es recordarlo junto a más compañeros disfrutando y defendiendo a sus equipos, a su gente que tantas veces lo llamaron <Grande> por su estatura física y moral porque apreciábamos su corazón grande y su gran compañerismo. Mirando esas fotos podemos apreciar que reflejan muchas vivencias en las que estuvimos presentes y eso significa que Antonio Guerra es también parte de nuestras propias vidas.

Quiero transmitir mis condolencias a todos sus familiares y desearles fuerza para sobrellevar la pérdida de un ser tan querido.

¡Descansa en paz Amigo Antonio!












































                                                                             


P.D. Algunos días después de su muerte, su hija transmitió una breve carta a la Peña Gastronómica. 

[15/12/2020]  14 31: Buenas tardes!

Soy Pilar Guerra, hija de Antonio.

Aquí cerrando cosas de mi padre, he tenido la suerte de haber dado con este grupo, y podido leer tan bonita despedida llena de tanto cariño hacia mi padre.

Me consta que este grupo le hizo muy feliz y le ayudaba a sobrellevar tantísimos días de lucha contra esta maldita enfermedad que al final le ha ganado la batalla y nos ha privado de él para siempre.

Muchísimas gracias por las fotos.

Donde quiera que esté, estará feliz y orgulloso de haber tenido a tan grandes compañeros.

Cosa que hoy en día es difícil de encontrar.

Una vez más, de parte de mi madre, Esperanza y mía, GRACIAS Y MUCHA SALUD PARA TODOS.

 

El compañero Jaime Baena le contestó agradeciéndole el gesto:

[15/12/2020] Jaime Baena: Gracias a ti.

Estoy seguro con este detalle que eres digna hija de  Antonio.

Cuídate mucho hija.

Y que tengas una Navidad en paz junto a tu madre y tu familia.

Tu padre fue un gran compañero y amigo  y de las personas imprescindibles.

 

Asimismo hemos conocido lo que escribió Antonio a su familia pocos días antes, consciente de que la enfermedad estaba acabando con su vida.















miércoles, 25 de noviembre de 2020

Antonio Gómez Villapol una víctima de la pandemia que entristece a la gran familia aeronáutica sevillana.

En estos días se muestra crudamente el terrible contraste que engendra el coronavirus. A causa de la crisis industrial, muchos trabajadores de Airbus están abrazando su pase a la jubilación anticipada mientras que quien compartió sus jornadas de trabajo hasta hace pocos años, el compañero Villapol, ha fallecido con 65 años recién jubilado hace dos meses. Poco tiempo ha disfrutado después de toda una vida sometido a la disciplina laboral, sólo los cuatro años de jubilación parcial. El maldito virus ha truncado la vida de un abuelo, de un padre y de un hijo de la Sevilla Obrera que siempre fue una excelente persona y un eficiente trabajador.

Antonio entró en la Escuela de Aprendices de C.A.S.A. Tablada en 1967 con 12 años y allí se empeñó con tesón y vocación en formarse como un buen chapista. Su gran afición desde niño fue el fútbol siendo uno de los artífices del equipo <Los Bollalatas> que agrupaba a los de su profesión en los Campeonatos entre secciones de la fábrica. Asimismo era titular del CASA, el equipo del Grupo de Empresa al que perteneció durante muchos años y al que nunca abandonó porque siendo más veterano colaboró en los entrenamientos de los más jóvenes. Hoy, algunos de éstos lo recuerdan como un <Míster> cariñoso y buen técnico del balompié.

Encarnó muchas facetas en su trayectoria vital y, entre ellas, quiero resaltar su dignidad como trabajador que siempre luchó por nuestros derechos: Presente en las movilizaciones dentro de la Factoría, comprometido con la sección sindical de CC.OO. de Tablada y participando frecuentemente en las manifestaciones por la ciudad.

La sorpresa por la incredulidad de la noticia y la exclamación de ¡Que pena! es hoy la expresión colectiva en la gran familia de la aeronáutica sevillana porque éramos conscientes de su fuerte naturaleza de deportista y de hombre sano. Se nos va una gran persona y un gran compañero siempre afable con su sonrisa constante y su buen humor, que se hacía querer como a un amigo entrañable por su calidad humana. Ha fallecido cuando felizmente estaba disfrutando de más tiempo libre con su mujer, hijos y nietos. Su deceso cayó como un hachazo cruel que rompe el alma de todos los que lo conocimos y lo recordaremos en multitud de ocasiones en las que coincidimos.

Mis condolencias a la familia. Mi último adiós quiero hacerlo compartiendo fotografías para recordarlo en sus vivencias junto a los demás compañeros.

¡Hasta siempre Villapol!