En Septiembre de 1954 ingresó en la Escuela de Aprendices de C.A.S.A. en la Factoría de Tablada, compartió curso con memorables compañeros que después fueron dirigentes obreros como Miguel Álvarez Nogales. Desde muy joven compatibilizó sus convicciones cristianas con la arriesgada lucha antifranquista, así comenzó en una organización jesuita legal llamada VOJ (Vanguardia Obrera Juvenil) y años más tarde militó clandestinamente en el Partido Comunista de España-Internacional (PCE-I) que después se denominó PTE (Partido de los Trabajadores). Aquí junto a estudiantes, obreros y jornaleros se comprometió socialmente y políticamente hasta que fue detenido y encarcelado a principios de los años 70. En la cárcel coincidió con otros luchadores aeronáuticos como Jaime Baena Abad. Despedido de la empresa le resultó muy difícil encontrar trabajos y subsistió a duras penas. Fernando tenía 30 años cuando fue detenido en 1971 junto a otros 14 militantes del PCE (I). La caída era de envergadura pues afectó a dirigentes de ese Partido y la policía desarticuló importantes células universitarias. Estuvo varios días en la cárcel y salió en libertad provisional. Estando ya casado y con 33 años en Enero de 1975 se celebró el juicio en el T.O.P. (Juzgado de Orden Público nº1). La petición fiscal era de 5 años de prisión y 20.000 ptas. de multa. La sentencia lo condenó a 2 años por asociación ilícita y lo absolvió de 3 años del delito de propaganda ilegal.
En Diciembre de 1977 regresó a C.A.S.A. con la Amnistía Laboral. Se integró entusiastamente en el Colectivo Humano que componía la sección del C-101 y ejerció la profesión de montador aeronáutico. Se ganó el cariño de todos por su bondad y compañerismo, le decían <Borreguito> y siempre estaba receptivo para ayudar a quién lo solicitara. En la fábrica continuó su compromiso sindical y político colaborando con CC.OO. y el PCE. Pero fue en el ámbito vecinal donde se entregó intensamente a la lucha social creando una Asociación de Vecinos y una Escuela-Taller en el Polígono Norte, su lugar de residencia familiar. Ahí destacó al frente de las reivindicaciones vecinales al tiempo que integraba a muchos jóvenes en el aprendizaje de un oficio con cursos de formación ocupacional (fontanería, electricidad, albañilería, etc.) para que consiguieran incorporarse al mundo laboral.
En estos días en las redes
sociales muchos compañeros aeronáuticos han expresado sus condolencias destacando
los valores y cualidades de <Borreguito> por lo buena persona que era y
por su solidaridad con los demás. Asimismo su constancia en luchar por un mundo
mejor y una sociedad más humanizada. En dichos comentarios se desprende un
sentimiento de tristeza por la pérdida de un compañero del alma al mismo tiempo
que se vislumbra el orgullo por haberlo tenido de compañero y haber recibido su
mensaje moral para mejor entender a nuestros semejantes en la predisposición de
aportar siempre en una convivencia con más armonía y empatía.
Ha muerto con 79 años.
Descanse en paz.
Descansa en paz
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