EL OLVIDO QUE SEREMOS.
El pasado jueves supe de tu fallecimiento Fernando, en ese momento el
sentimiento me pudo, y unas lágrimas lograron humedecer mis ojos y enturviarme
la vista. Al tiempo que, ironías de la vida, visualizaba como dos días antes,
en las elecciones a la Comunidad de Madrid había triunfado una distopía de la
“Libertad” tan opuesta y distante a la concepción de la “Libertad” que tu
defendiste. Sabes, te pensé a las puertas de tu nueva vida ante el Wojtyla de
turno señalándote con el dedo indice y abroncandote, como este hiciera entonces
con Ernesto Cardenal, poeta y sacerdote además de Ministro de Educación del
Gobierno Sandinista, y tú al igual que él aguantas de rodillas con una sonrisa,
dejando claro tu modestia pero también tu carácter indómito, por que sabes
haber hecho lo correcto y que de poder continuarías haciendo aquello en lo que
creías, que fuiste un hombre de fé al servicio de la sociedad y la libertad
para todos los hombres y mujeres.
Te gustaba guardar un cierto anonimato, pero tu humanidad hacía que
ocuparas todo el espacio social en el que te desenvolvieras, tenías ese vinculo
emocional que te hacía conectar no solo con afines sino con todos los que en un
momento tuvieran la necesidad de una mano que les ayudara a levantarse, un
consejo para navegar en la vida, un abrazo de esperanza y, como hacías en la
escuela taller, proporcionarle una herramienta para abrirse camino, y lo
gestabas de manera transversal e intergeneracional.
Te acuerdas, y esto es un ejemplo desconocido como tantos, de aquel
chaval por el que acudí a ti para buscarle una defensa jurídica que pudiera
ayudarle al verse envuelto en un caso de baja delincuencia, ello le dió una
segunda oportunidad y como él reconoció tiempo después en sus “Crónicas del
barrio” “Estuve a punto de cometer locuras” entonces le vió las orejas
al lobo y supo salir a tiempo. Si, te hablo de “Haze” hoy cantante de rap, pero
lo que posiblemente no hayas sabido es que además cursó en la Universidad Grado
de Filología Hispana y Master de Estudios Americanos.
Aquí te dejo unas letras de su canción “Liberta.”
Libertad
Libre como las estrellas
Como las olas del mar
Yo voy a luchar por ella
Para poder recuperar
Todos los sueños perdidos
Por no tener libertad.
Todavía hoy es precisa la preponderancia de líderes sociales molestos
para el poder, necesarios para las gentes, en una sociedad tan polarizada. Como
es el caso de Héctor Abad Gómez, médico, ensayista, luchador por lo Derechos
Humanos y especialista en salud pública (Colombia) y asesinado en Medellín,
cuya vida recrea su hijo Héctor Abad Faciolince en un libro cuyo título he
tomado prestado para tí “El olvido que seremos”
Hasta siempre Fernando y aunque muchos te llamaran “Borreguito,” ya sé que era cariñoso, fuiste un gigante.
José García.
Mi nombre es José Antonio Baena, compañero de Fernando desde el año 1965 en construcciones aeronáuticas. Pepe, decir que suscribo totalmente tus palabras, ya que no has podido describir mejor la gran persona que fue Fernando, me ha encantado leer todo esto y se deduce lo importante que fue para ti, estoy seguro de que todo el que lo conociera se ha sentido identificado con lo que has expresado.
ResponderEliminarDesde que nos conocimos trabamos una gran amistad. Hemos compartido muchos años juntos, muchas vivencias, me ayudó mucho en momentos de dificultad en la empresa, siempre fue un gran apoyo. Estuve en su boda, nos prejubilamos y jubilamos juntos, manteníamos el contacto y teníamos pendiente vernos hasta que llegó la pandemia. Aunque sabía la enfermedad que padecía, cuando recibí la noticia me afectó profundamente, no imaginaba que ya ese encuentro no se produciría, no pude más que despedirlo en su óbito.
Yo he perdido un amigo al que quería, al que admiraba por su entrega a los demás y a la causa que defendía, por su honestidad y su bonita manera de ser. Estoy muy agradecido por la amistad que no unió hasta el final.
Fernando, has dejado una huella imborrable.
Hasta siempre amigo.
Hola José Antonio, efectivamente era difícil no conectar una vez que le conocías, y no porque te dorara la píldora o te dijera aquello que querías escuchar, pues cuando agachaba la cabeza y te miraba de abajo arriba con la ceja levantada barruntaba tormenta, aunque todo lo humanizaba de manera que no provocase rechazo.
ResponderEliminarTú sabes que, afortunadamente para quienes hemos formado parte de este colectivo sociolaboral, a lo largo del tiempo han sido muchos los compañeros que han contribuido a la mejora de las condiciones de vida y de las relaciones sociales, tantos que nombrarlos llenarían páginas y seguramente nos dejaríamos alguno atrás, unos con un carácter más extrovertido que otros, pero cada cual con su sello particular y en esto Fernando tenía un “don” que desgraciadamente hoy es un bien escaso, sabía escuchar, escuchar para comprender, para entender como poder ayudarte con la mayor honestidad.
Un saludo y virtual abrazo.
(Respuesta de Pepe García García)