El texto que se expone a continuación es el resumen de lo que el propio Salcedo dejó escrito en su libro de doscientas páginas (Incluido en éste Blog) y un documento -no editado- de ciento ochenta y una páginas. He tratado de recoger lo más significativo de sus vivencias pero soy consciente que en la selección de los episodios vitales de otra persona es muy difícil conseguir la objetividad completa. Durante todo el artículo se pueden ver las fechas correlativas para seguir mejor la cronología de su vida.
Su madre, María Dolores,
fue abandonada por el padre de sus dos hijos.
Antonio nació el 1 de noviembre de 1927 en el barrio de La Puerta
de la Carne.
Su padre (según ha escrito A. Salcedo) fue un sinvergüenza,
vividor, adicto al juego,...un irresponsable que nunca asumió su paternidad y
trató con desprecio a sus dos hijos: Antonio y José.
La familia tuvo que afrontar sufrimientos, penalidades y
disgustos; sin dinero para nada fueron desahuciados por no pagar el alquiler de
la vivienda teniendo que pasar una semana
desamparados en la calle hasta que gracias a la solidaridad de algunos
vecinos pudieron mudarse al barrio de Santa Catalina. La niñez de Antonio se
desarrolló en la calle porque era muy travieso y peleón, faltaba al colegio y
fue expulsado de dos escuelas públicas.
En su triste infancia de miseria y de hambre se convirtió en un
golfillo callejero que incluso estuvo envuelto en pandillas que cometían
delincuencia juvenil en las calles céntricas de Sevilla.
MÁS CALAMIDAD: LA GUERRA Y
LA POSTGUERRA.
El 18 de julio de 1936
cuando se produce la sublevación fascista tenía nueve años y en los días
siguientes vio por las calles a muertos, heridos, gente gritando y llorando,
incendios de iglesias, barricadas en el Pumarejo y Triana y fusilamientos
públicos. Entonces comenzó el miedo, la desconfianza vecinal y la brutal
represión que junto al hambre y la escasez anunciaba la "Nueva
España" de la victoria franquista.
Conoció la calamidad de las cartillas de racionamiento y las
prohibiciones que imponía la censura para casi todo. Ayudaba a la economía de
su casa recogiendo colillas y vendiéndolas clandestinamente en bares. También
llevaba a italianos y alemanes a las casas de prostitución a cambio de
propinas. Su madre lo apuntó a los "Flechas y Pelayos" (organización
juvenil de la Falange) para conseguir alguna protección para la familia y que
le dieran de comer en el Auxilio Social.
LA OBLIGACIÓN DEL TRABAJO INFANTIL
En plena postguerra marcada
por la Segunda Guerra Mundial, el estraperlo, el mercado negro, el paro, la
miseria y el hambre conoce a un torero (Miguel Del Pino) y le entra el
gusanillo de ser torero llegando a intentar torear a un becerro que lo volteó
varias veces y tuvieron que ingresarlo en el Hospital de La Macarena lo que le
supuso que lo despidieran del hotel y que se le quitaran las ganas de ser
torero.
En el año 1943 trabajó seis meses de pinche de cocina y se fue porque no aguantaba tantas horas laborales. Al poco tiempo se subió a un tren que iba para Córdoba y sin dinero ni documentación en uno de los departamentos de primera clase se echó a dormir. Lo detuvo la Guardia Civil en Llerena y pasó a la cárcel como "posible colaborador de los maquis". La madre suplicó a un general de la Guardia Civil y consiguió que a los tres meses lo dejaran libre pero con su salud mermada por una grave anemia.
TRABAJAR DE PINTOR LE CAMBIÓ LA VIDA
En 1954 murió su hermano José, con veinticuatro años, al caer de un andamio a quince metros de altura y este accidente laboral inundó de luto la existencia de la familia.
CONOCE A LA MUJER DE SU VIDA
INGRESA EN
C.A.S.A.
Tras leer en un periódico que Construcciones Aeronáuticas necesitaba pintores allí se presenta, realiza un examen para pintor aerográfico y consigue incorporarse a trabajar el 16 de julio de 1965. Le dan la tarjeta de identificación con el número 7.548 lo llevan a la factoría de San Pablo y lo destinan al barracón "circo Lirola" para decapar aviones, un trabajo duro y desagradable que lo desesperaba y lo sumergió en una decepción respecto a la empresa aeronáutica.
El 27 de julio de 1965 nació María del
Carmen, su cuart@ hij@. Para mantener a una familia numerosa tuvo que hacer
horas extras y nocturnas.
En enero de 1968 llega a sus manos dentro de
la fábrica un ejemplar de <Mundo Obrero> que lee con mucho interés y
según cuenta en sus memorias confiesa que empieza a despertarlo del letargo
como clase social. Aquella lectura le motiva a ingresar en el movimiento obrero
clandestino y colabora con las Comisiones Obreras y a su vez simpatizaba con
los comunistas. Empieza a reunirse clandestinamente con los hombres que
encarnaban la vanguardia obrera de CASA-Sevilla, reparte octavillas y
periódicos y participa destacadamente en marchas lentas, paros y otras
movilizaciones además de recoger dinero para las familias de los presos
políticos.
Consecuentemente
deja de realizar horas extras y nocturnas lo cual repercute en la mermada
economía de su casa y le propicia constantes broncas con Modesta. Tenía
entonces cuarenta años y resaltaba -por su edad- respecto a los jóvenes
comprometidos en la militancia obrera. Por sus actos de rebeldía en las
secciones donde trabajó en San Pablo, en los primeros meses de 1970 lo
trasladan a Tablada donde tuvo que pasar por las secciones y almacenes con
peores trabajos.
EN TABLADA INGRESA EN EL
PCE
SALCEDO YA
DESTACA COMO UN LUCHADOR OBRERO
La valentía de hablar en público posibilitó que Salcedo fuera cada vez más conocido y así en las elecciones para enlaces sindicales que convocó el Sindicato Vertical franquista el quince de septiembre de 1972 salió elegido junto a los compañeros de Comisiones Obreras que se presentaron, desde entonces fue habitual su participación en el patio del metal en la calle Morería. También fue elegido en el seno del Comité de Empresa en Tablada para representar a la factoría en el Comité Intercentros lo cual le suponía ir a Madrid a negociar los convenios.
El día uno de marzo, espontáneamente los obreros de la factoría de Tablada realizan una sonora protesta con un "cuchareo" debido a la pésima comida de ese día. Se niegan a comer se grita ¡¡queremos comer!! se ponen los platos boca abajo y se forma un gran tumulto. Como representantes sindicales José Antonio Nieto Martínez, Manuel Sandino Conde y Antonio Salcedo Cuadrado intervienen para encausar la protesta planteando no reincorporarse a trabajar hasta que le sirvan huevos fritos con patatas. Al comedor acuden varios jefes queriendo que los trabajadores desistan y se forma una impresionante bronca.
Los enlaces consiguen que la empresa se
comprometa a repartir bocadillos en la jornada de tarde, los trabajadores se
reincorporan al trabajo y se calma la situación, pero para dar un escarmiento
colectivo la Dirección de la empresa abre un expediente de sanción a los tres
enlaces mencionados y como primera medida los suspende de empleo.
La empresa quería despedirlos y se celebró
el juicio el día 15 de abril de 1974 en la Magistratura del Trabajo, sala
número 5. Ésta sentenció a los pocos días que el despido era improcedente pero
la Dirección puso Recurso de Casación al Tribunal Supremo en Madrid.
Mientras
dicho recurso se resolvía y sin dejar que entraran en la fábrica por la
suspensión de empleo, la empresa intentó comprarlos ofreciendo dos millones
quinientas mil pesetas (2.500.000) a cada uno si aceptaban dejar el trabajo.
Por supuesto, los tres rechazaron la propuesta y acudían a la puerta de la
fábrica para dar asambleas en el llamado muelle de la entrada, las asambleas
eran sobre la elaboración del anteproyecto para el próximo convenio colectivo
1975-1976.
MIEMBRO DEL COMITÉ
INTERCENTROS
C.A.S.A. contaba entonces
con 6.500 trabajadores sumando todas las factorías y centros de trabajo. En la
primera reunión -finales de septiembre de 1974- la empresa se niega
categóricamente a reconocer a Nieto, Sandino y Salcedo como representantes de
los trabajadores. Se rompen las negociaciones y comienzan los conflictos con
asambleas, marchas lentas y paros intermitentes hasta que un mes después se
reconoce la representatividad de los tres sancionados. La Dirección de CASA cambia su propia representación y sitúa al frente
de la misma a D. Enrique Guzmán hombre ya experimentado, inteligente y duro de
pelar. Nuevamente la negociación se interrumpe y los trabajadores sobre todo en
Getafe realizan paros y marchas. En Tablada el 5 de noviembre un reducido
sector emprende una "culebra" recorriendo toda la factoría y dando
comienzo a la huelga de los diez días. (En este blog se encuentra como Hecho
Significativo la crónica de la huelga de los diez días). El compañero Miguel
Álvarez Nogales destacó como dirigente sindical desde dicho día y junto a los
demás se supo terminar la huelga antes de que se descontrolara la situación.
El costo para la vanguardia obrera fue tremendo pues sólo en Sevilla
hubo más de cincuenta despidos y en Getafe el conflicto se prolongó durante
veintitrés días y al final también hubo muchos despidos. La readmisión de todos
los despedidos pasó a ser el primer punto a negociar después de varias semanas
de ruptura y sin reuniones.
La táctica empleada por la Dirección fue
incluir el tema junto a las demás reivindicaciones del convenio y avanzar
concediendo algunos avances en salarios, jornada, etcétera. Incluso la
Readmisión de los despedidos a excepción de los tres pendientes de la
resolución del Tribunal Supremo.
En asambleas con votos a mano alzada la
mayoría de los trabajadores expresó su SÍ al Convenio. Éste se firmó el día
dieciocho de diciembre y posteriormente el señor Osorio como representante de
la dirección comunicó al Comité Intercentros la reincorporación a sus puestos
de trabajo de Nieto, Salcedo y Sandino en enero de 1975.
En Tablada, Salcedo, como miembro del Comité
de Empresa forma parte de las comisiones de trabajo: amnistía laboral y
comedores. En el tema de Cocina y Comedores -junto a Pepe García García-
realiza visitas a Getafe, Cádiz y Oficinas Centrales y se consiguen mejoras
evidentes en cantidad de comida, higiene, variedad de menús, etc. incluso se
cambiaron las mesas de mármol para ocho comensales por mesas para cuatro con
manteles, servilletas, jarras de agua, paneras y frutas.
LA LUCHA POR LA
AMNISTIA
Tras la muerte del dictador
Francisco Franco, el veinte de noviembre de 1975, son puestos en libertad los
condenados por el Proceso 1001, entre ellos dos trabajadores despedidos en la
aeronáutica sevillana: Eduardo Saborido y Fernando Soto. Algunos días después
es liberado Jaime Baena otro despedido de la empresa.
La vanguardia obrera de CASA en coherencia
con los objetivos políticos de aquella coyuntura intensifica la lucha por la
Amnistía con el objetivo de conseguir la Readmisión de los cincuenta y tres
despedidos en décadas anteriores en la Hispano Aviación y CASA. Pero el contexto político social se va tensando porque el franquismo
quiere imponer la continuidad del régimen. Así sucede que al ser la empresa una
fábrica militarizada la Dirección comunica la obligación del cumplimiento del
Decreto 67/1976 del 23 de enero que prohíbe la realización de reuniones y
asambleas con la amenaza de despidos inmediatos.
Considerando
que la Asamblea dentro de la factoría ya era un derecho conquistado, los
hombres de Comisiones Obreras y del PCE deciden hablar a la plantilla sobre la
imposición de dicho Decreto. En esos días son despedidos J.A. Nieto, José
García García, Salvador Morgado y Miguel Álvarez Nogales. Hubo paros, marchas
lentas,... y en dos ocasiones la Policía Nacional con sus cascos, escudos y
uniformes grises entró para reprimir a las acciones obreras y gracias a la
sensatez de los dirigentes se evitó una tragedia dentro de la nave principal.
En honor a la verdad también hay que mencionar al jefe de Personal Sr. Rafael
González que puso de su parte para solventar tan difícil situación. Coincidió
entonces la reunión en Madrid para la revisión del convenio y el Comité
Intercentros planteó como primer punto del orden del día la readmisión de los
despedidos en Sevilla. La empresa alegó que ese tema era competencia del
Ejército del Aire y se apresuró a ofrecer una subida del 17% en los salarios.
Incluso autorizó que se dieran asambleas informativas en los vestuarios (en
esta ocasión por secciones) y, en ellas la mayoría de los trabajadores
expresaron su conformidad con el incremento salarial y así mismo con la
condición de las readmisiones. Confiando en la promesa de la
Dirección respecto a ello, Antonio Salcedo habló en una asamblea en las
escalinatas de los vestuarios para favorecer el acuerdo y en ese punto
confrontaba con la mayoría de la vanguardia obrera que no confiaba en la
empresa. A los pocos días fueron readmitidos los compañeros despedidos, pero a
Salcedo le afectó mucho la fuerte crítica que soportó.
En septiembre de 1976 se realizaron
asambleas autorizadas en el Comedor para elaborar el anteproyecto del convenio
para los años 1977 y 1978. Hubo fuertes discusiones y grandes broncas con
algunos compañeros disconformes con plantear algunos temas, por ejemplo, la amnistía laboral. Estos compañeros organizados en un
grupo a los que se llamaba "el sindicato de la yerba" tenían mucha aversión
al PCE y acusaban de maniobrerismo a este partido, aquello provocó que Salcedo
y los demás dirigentes de Comisiones Obreras se presentaran en las asambleas
como militantes del Partido Comunista aun siendo ilegal esa afiliación política
. En enero de 1977 la matanza de los Abogados de Atocha provocó una respuesta
con asamblea, paros y marcha por toda la factoría de Tablada expresando la
consternación por aquellos crímenes con una gran corona de claveles rojos y
blanco.
EL PCE LEGAL. SALCEDO CONCEJAL
EN CORIA DEL RÍO.
Para las elecciones generales de junio de
1977 los militantes aeronáuticos del PCE desplegaron una intensa campaña dentro
y fuera de la empresa para conseguir votos.
El 15 de diciembre de ese año se hace realidad la Amnistía Laboral en CASA con la readmisión de los cincuenta y ocho despedidos en años anteriores por destacar en las luchas obreras. (En éste Blog se puede visualizar la dimensión de la Amnistía Laboral de HASA y CASA )
Además de su compromiso metalúrgico-sindical, Antonio Salcedo participa en la Asociación de Vecinos CAURA en su pueblo de residencia Coria del Río hablaba en la asambleas ciudadanas y en las acciones reivindicando autobuses y otras mejoras para las familias más necesitadas.
Fue elegido Presidente
de dicha Asociación, lo que le costó sufrir represión gubernativa. El 3 de
abril de 1979 en las Elecciones Municipales, el PCE de Coria del Río obtuvo
mayoría absoluta y Antonio Salcedo desempeñó la responsabilidad de Teniente de
Alcalde hasta los primeros meses de 1981 que dimitió por disparidad de
criterios con sus propios compañeros del grupo municipal. ( En este Blog se encuentra un reportaje sobre la aportación de l@s trabajador@s aeronáutic@s en los Ayuntamientos)
LA TRANSICIÓN Y SU IMPACTO EN LAS
FÁBRICAS.
ESCRIBE SUS MEMORIAS
DE LUCHADOR
PRE-JUBILACIÓN Y HOMENAJE DE
LAS CC.OO. DE CASA.
Con 78 años de edad acabó de escribir un
documento autobiográfico que se titula: <Biografía de un Don Nadie> donde
complementa las vivencias recogidas en su libro y relata más
pormenorizadamente sus orígenes familiares y su infeliz infancia. Este
documento no está editado públicamente, lo finalizó el 12 de septiembre de 2005
y desde entonces se ha distribuido discretamente en fotocopias encuadernadas.
Contiene 181 páginas.
Su generosa aportación a la lucha
obrera ha dejado una huella imborrable que son un referente de como una persona
con buen corazón y una clara conciencia de clase se sitúa a la vanguardia y
además, superando sus limitaciones personales, deja su legado escrito para que
se puedan rememorar vivencias colectivas y sirva de ejemplo para nuevos
sindicalistas y trabajador@s rebeldes luchador@s contra las injusticias y
por los derechos de la Clase Obrera.
En el siguiente vídeo Antonio Salcedo habla de su libro y lo dedica.
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