jueves, 21 de agosto de 2025

Antonio Salcedo Cuadrado: la trayectoria polifacética de un obrero rebelde que por su valentía y compromiso político llegó a ser dirigente sindical.

 El texto que se expone a continuación es el resumen de lo que el propio Salcedo dejó escrito en su libro de doscientas páginas (Incluido en éste Blog) y un documento -no editado- de ciento ochenta y una páginas. He tratado de recoger lo más significativo de sus vivencias pero soy consciente que en la selección de los episodios vitales de otra persona es muy difícil conseguir la objetividad completa. Durante todo el artículo se pueden ver las fechas correlativas para seguir mejor la cronología de su vida.               


       UNA INFANCIA TRISTE. HUÉRFANO DE PADRE

 

Su madre, María Dolores, fue abandonada por el padre de sus dos hijos.

Antonio nació el 1 de noviembre de 1927 en el barrio de La Puerta de la Carne. 

Su padre (según ha escrito A. Salcedo) fue un sinvergüenza, vividor, adicto al juego,...un irresponsable que nunca asumió su paternidad y trató con desprecio a sus dos hijos: Antonio y José. 

La familia tuvo que afrontar sufrimientos, penalidades y disgustos; sin dinero para nada fueron desahuciados por no pagar el alquiler de la vivienda teniendo que pasar una semana  desamparados en la calle hasta que gracias a la solidaridad de algunos vecinos pudieron mudarse al barrio de Santa Catalina. La niñez de Antonio se desarrolló en la calle porque era muy travieso y peleón, faltaba al colegio y fue expulsado de dos escuelas públicas. 

En su triste infancia de miseria y de hambre se convirtió en un golfillo callejero que incluso estuvo envuelto en pandillas que cometían delincuencia juvenil en las calles céntricas de Sevilla.

 

  MÁS CALAMIDAD: LA GUERRA Y LA POSTGUERRA.

 

El 18 de julio de 1936 cuando se produce la sublevación fascista tenía nueve años y en los días siguientes vio por las calles a muertos, heridos, gente gritando y llorando, incendios de iglesias, barricadas en el Pumarejo y Triana y fusilamientos públicos. Entonces comenzó el miedo, la desconfianza vecinal y la brutal represión que junto al hambre y la escasez anunciaba la "Nueva España" de la victoria franquista.

Conoció la calamidad de las cartillas de racionamiento y las prohibiciones que imponía la censura para casi todo. Ayudaba a la economía de su casa recogiendo colillas y vendiéndolas clandestinamente en bares. También llevaba a italianos y alemanes a las casas de prostitución a cambio de propinas. Su madre lo apuntó a los "Flechas y Pelayos" (organización juvenil de la Falange) para conseguir alguna protección para la familia y que le dieran de comer en el Auxilio Social.

 

           LA OBLIGACIÓN DEL TRABAJO INFANTIL

  Con catorce años entra de botones en el Hotel Cristina donde trabajaba su madre. 

En plena postguerra marcada por la Segunda Guerra Mundial, el estraperlo, el mercado negro, el paro, la miseria y el hambre conoce a un torero (Miguel Del Pino) y le entra el gusanillo de ser torero llegando a intentar torear a un becerro que lo volteó varias veces y tuvieron que ingresarlo en el Hospital de La Macarena lo que le supuso que lo despidieran del hotel y que se le quitaran las ganas de ser torero.

En el año 1943 trabajó seis meses de pinche de cocina y se fue porque no aguantaba tantas horas laborales. Al poco tiempo se subió a un tren que iba para Córdoba y sin dinero ni documentación en uno de los departamentos de primera clase se echó a dormir. Lo detuvo la Guardia Civil en Llerena y pasó a la cárcel como "posible colaborador de los maquis". La madre suplicó a un general de la Guardia Civil y consiguió que a los tres meses lo dejaran libre pero con su salud mermada por una grave anemia. 

           TRABAJAR DE PINTOR LE CAMBIÓ LA VIDA

 Sus inicios de pintor los realizó en la empresa de pintura industrial MAYORAL, entró de aprendiz y como ese oficio le gustaba a los dieciocho años era oficial de primera. En esa época cambió su situación económica y podía permitirse salir de copas con los amigos y frecuentar los bailes públicos. En el Monumental de San Bernardo conoció a Conchita jovencita de familias gitana con la que tuvo varios años de noviazgo. Pero la relación sentimental acabó entre otras cosas porque tuvo que incorporarse al servicio militar obligatorio en un regimiento de infantería situado en Algeciras. Durante dos años de "mili" pasó mala vida y mucha hambre; en abril de 1948 vendió casi toda la ropa de soldado para comprar comida lo que le valió que lo encerraran en los calabozos junto a moros regulares y legionarios que cumplían condenas por ser prófugos. Fueron tres meses de riesgo y peligro constante para su vida porque las broncas y peleas eran diarias y con la utilización de armas blancas. Gastaba el tiempo y el poco dinero que tenía en el juego de las cartas y la grifa, esta no le gustó y allí se aficionó a fumar tabaco rubio. Mientras duró la mili su familia se fue a vivir a la calle Pascual de Gayangos en el barrio de San Vicente. En esa zona céntrica le proponían pintar viviendas y decidió trabajar por su cuenta para ganar más dinero y vestir ostentosamente (Antonio reconoce en sus memorias que fue vanidoso, mujeriego y despilfarrador del dinero) a la par que su pobre madre limpiaba escaleras y a duras penas conseguía pagar el alquiler de la vivienda y algo de comida. 

En 1954 murió su hermano José, con veinticuatro años, al caer de un andamio a quince metros de altura y este accidente laboral inundó de luto la existencia de la familia.



 

                 CONOCE A LA MUJER DE SU VIDA

 En 1957 inició el noviazgo con Modesta que sería su mujer para siempre. Ella se fue a trabajar a Bélgica en el mes de octubre y Antonio reincidió en un tren de vida ruinoso trasnochando sin cumplir con los trabajos, perdió toda la clientela para la que trabajaba y se endeudó peligrosamente. Modesta vino a Sevilla y le propuso casarse y marchar juntos a Bélgica. La boda fue el cinco de enero de 1960 y a los diez días estaban en Bruselas trabajando en una casa de aristócratas belgas (varones) un matrimonio que vivía en un amplio bosque triste y solitario. Antonio era criado para todo, el trabajo lo ocupaba quince horas diarias y solo tenía un día libre al mes. El 28 de febrero de 1961 nació su primer hijo, José Antonio, y en el mes de diciembre de ese año regresaron a Sevilla porque Antonio no soportaba ser un lacayo de unos señores aristócratas. En la ciudad hispalense volvió a convivir con su madre mujer e hijo en el Barrio León y para ganar algún dinero fregaba platos en un céntrico hotel. El 20 de agosto de 1962 nació su segundo hijo, Miguel Ángel. La familia se muda al pueblo de Coria del Río. Y las discusiones en el matrimonio por su situación de parado eran frecuentes aunque solía hacer chapuces de pintor, el 2 de febrero de 1964 nace su tercer hijo, Juan Ramón. La situación económica era insostenible y desesperante. 




  INGRESA EN C.A.S.A.

Tras leer en un periódico que Construcciones Aeronáuticas necesitaba pintores allí se presenta, realiza un examen para pintor aerográfico y consigue incorporarse a trabajar el 16 de julio de 1965. Le dan la tarjeta de identificación con el número 7.548 lo llevan a la factoría de San Pablo y lo destinan al barracón "circo Lirola" para decapar aviones, un trabajo duro y desagradable que lo desesperaba y lo sumergió en una decepción respecto a la empresa aeronáutica.

El 27 de julio de 1965 nació María del Carmen, su cuart@ hij@. Para mantener a una familia numerosa tuvo que hacer horas extras y nocturnas. 

En enero de 1968 llega a sus manos dentro de la fábrica un ejemplar de <Mundo Obrero> que lee con mucho interés y según cuenta en sus memorias confiesa que empieza a despertarlo del letargo como clase social. Aquella lectura le motiva a ingresar en el movimiento obrero clandestino y colabora con las Comisiones Obreras y a su vez simpatizaba con los comunistas. Empieza a reunirse clandestinamente con los hombres que encarnaban la vanguardia obrera de CASA-Sevilla, reparte octavillas y periódicos y participa destacadamente en marchas lentas, paros y otras movilizaciones además de recoger dinero para las familias de los presos políticos.

Consecuentemente deja de realizar horas extras y nocturnas lo cual repercute en la mermada economía de su casa y le propicia constantes broncas con Modesta. Tenía entonces cuarenta años y resaltaba -por su edad- respecto a los jóvenes comprometidos en la militancia obrera. Por sus actos de rebeldía en las secciones donde trabajó en San Pablo, en los primeros meses de 1970 lo trasladan a Tablada donde tuvo que pasar por las secciones y almacenes con peores trabajos.


 

                     EN TABLADA INGRESA EN EL PCE

 Siendo consciente de su talante de combatiente, el compañero Rafael Falero le plantea que se incorpore a la célula del PCE en la factoría. Esta entrada se materializa el 18 de abril de 1971 asumiendo los riesgos que suponía: detenciones, torturas, despido, cárcel y ruina para la familia. Pero ya entonces Salcedo había madurado su conciencia política y era muy grande la admiración que sentía hacia las personas que militaban en el Partido Comunista y así mismo la causa de Luchar por las libertades, la democracia y el socialismo en libertad. Antonio se entregó al mismo nivel que los jóvenes a la realización de pintadas, lanzamientos de octavillas, repartos de prensa obrera,...y reuniones secretas que le implicaban llegar de madrugada a su casa en Coria del Río utilizando transportes públicos. En sus memorias reconoce que pasó mucho miedo y que eran muy frecuentes las discusiones con su mujer ya que ella era totalmente contraria a sus actividades y a sus ideas políticas. Especialmente sentía mucho miedo cuando tenía que hablar en las asambleas pues estaban totalmente prohibidas y sobre todo había que exponerse demasiado con las amenazas de despido si se hablaba en el comedor. La primera vez que lo hizo fue interrumpido por un empleado de la oficina de personal y después fue requerido por el Jefe de Personal, D. Luis Uriondo que le comunicó que la próxima vez sería despedido.

 



SALCEDO YA DESTACA COMO UN LUCHADOR OBRERO

La valentía de hablar en público posibilitó que Salcedo fuera cada vez más conocido y así en las elecciones para enlaces sindicales que convocó el Sindicato Vertical franquista el quince de septiembre de 1972 salió elegido junto a los compañeros de Comisiones Obreras que se presentaron, desde entonces fue habitual su participación en el patio del metal en la calle Morería. También fue elegido en el seno del Comité de Empresa en Tablada para representar a la factoría en el Comité Intercentros lo cual le suponía ir a Madrid a negociar los convenios.

                  1974: CONFLICTO EN EL COMEDOR. DESPIDOS.

El día uno de marzo, espontáneamente los obreros de la factoría de Tablada realizan una sonora protesta con un "cuchareo" debido a la pésima comida de ese día. Se niegan a comer se grita ¡¡queremos comer!! se ponen los platos boca abajo y se forma un gran tumulto. Como representantes sindicales José Antonio Nieto Martínez, Manuel Sandino Conde y Antonio Salcedo Cuadrado intervienen para encausar la protesta planteando no reincorporarse a trabajar hasta que le sirvan huevos fritos con patatas. Al comedor acuden varios jefes queriendo que los trabajadores desistan y se forma una impresionante bronca.

Los enlaces consiguen que la empresa se comprometa a repartir bocadillos en la jornada de tarde, los trabajadores se reincorporan al trabajo y se calma la situación, pero para dar un escarmiento colectivo la Dirección de la empresa abre un expediente de sanción a los tres enlaces mencionados y como primera medida los suspende de empleo.

La empresa quería despedirlos y se celebró el juicio el día 15 de abril de 1974 en la Magistratura del Trabajo, sala número 5. Ésta sentenció a los pocos días que el despido era improcedente pero la Dirección puso Recurso de Casación al Tribunal Supremo en Madrid.

Mientras dicho recurso se resolvía y sin dejar que entraran en la fábrica por la suspensión de empleo, la empresa intentó comprarlos ofreciendo dos millones quinientas mil pesetas (2.500.000) a cada uno si aceptaban dejar el trabajo. Por supuesto, los tres rechazaron la propuesta y acudían a la puerta de la fábrica para dar asambleas en el llamado muelle de la entrada, las asambleas eran sobre la elaboración del anteproyecto para el próximo convenio colectivo 1975-1976.

 

                      MIEMBRO DEL COMITÉ INTERCENTROS

 El pleno del Comité de Empresa de Tablada eligió a los tres para que representaran a la plantilla de la Factoría en la negociación de dicho convenio en Madrid.

C.A.S.A. contaba entonces con 6.500 trabajadores sumando todas las factorías y centros de trabajo. En la primera reunión -finales de septiembre de 1974- la empresa se niega categóricamente a reconocer a Nieto, Sandino y Salcedo como representantes de los trabajadores. Se rompen las negociaciones y comienzan los conflictos con asambleas, marchas lentas y paros intermitentes hasta que un mes después se reconoce la representatividad de los tres sancionados. La Dirección de CASA cambia su propia representación y sitúa al frente de la misma a D. Enrique Guzmán hombre ya experimentado, inteligente y duro de pelar. Nuevamente la negociación se interrumpe y los trabajadores sobre todo en Getafe realizan paros y marchas. En Tablada el 5 de noviembre un reducido sector emprende una "culebra" recorriendo toda la factoría y dando comienzo a la huelga de los diez días. (En este blog se encuentra como Hecho Significativo la crónica de la huelga de los diez días). El compañero Miguel Álvarez Nogales destacó como dirigente sindical desde dicho día y junto a los demás se supo terminar la huelga antes de que se descontrolara la situación. El costo para la vanguardia obrera fue tremendo pues sólo en Sevilla hubo más de cincuenta despidos y en Getafe el conflicto se prolongó durante veintitrés días y al final también hubo muchos despidos. La readmisión de todos los despedidos pasó a ser el primer punto a negociar después de varias semanas de ruptura y sin reuniones.

La táctica empleada por la Dirección fue incluir el tema junto a las demás reivindicaciones del convenio y avanzar concediendo algunos avances en salarios, jornada, etcétera. Incluso la Readmisión de los despedidos a excepción de los tres pendientes de la resolución del Tribunal Supremo.

En asambleas con votos a mano alzada la mayoría de los trabajadores expresó su SÍ al Convenio. Éste se firmó el día dieciocho de diciembre y posteriormente el señor Osorio como representante de la dirección comunicó al Comité Intercentros la reincorporación a sus puestos de trabajo de Nieto, Salcedo y Sandino en enero de 1975.

En Tablada, Salcedo, como miembro del Comité de Empresa forma parte de las comisiones de trabajo: amnistía laboral y comedores. En el tema de Cocina y Comedores -junto a Pepe García García- realiza visitas a Getafe, Cádiz y Oficinas Centrales y se consiguen mejoras evidentes en cantidad de comida, higiene, variedad de menús, etc. incluso se cambiaron las mesas de mármol para ocho comensales por mesas para cuatro con manteles, servilletas, jarras de agua, paneras y frutas.




   LA LUCHA POR LA AMNISTIA

Tras la muerte del dictador Francisco Franco, el veinte de noviembre de 1975, son puestos en libertad los condenados por el Proceso 1001, entre ellos dos trabajadores despedidos en la aeronáutica sevillana: Eduardo Saborido y Fernando Soto. Algunos días después es liberado Jaime Baena otro despedido de la empresa.

La vanguardia obrera de CASA en coherencia con los objetivos políticos de aquella coyuntura intensifica la lucha por la Amnistía con el objetivo de conseguir la Readmisión de los cincuenta y tres despedidos en décadas anteriores en la Hispano Aviación y CASA. Pero el contexto político social se va tensando porque el franquismo quiere imponer la continuidad del régimen. Así sucede que al ser la empresa una fábrica militarizada la Dirección comunica la obligación del cumplimiento del Decreto 67/1976 del 23 de enero que prohíbe la realización de reuniones y asambleas con la amenaza de despidos inmediatos.

Considerando que la Asamblea dentro de la factoría ya era un derecho conquistado, los hombres de Comisiones Obreras y del PCE deciden hablar a la plantilla sobre la imposición de dicho Decreto. En esos días son despedidos J.A. Nieto, José García García, Salvador Morgado y Miguel Álvarez Nogales. Hubo paros, marchas lentas,... y en dos ocasiones la Policía Nacional con sus cascos, escudos y uniformes grises entró para reprimir a las acciones obreras y gracias a la sensatez de los dirigentes se evitó una tragedia dentro de la nave principal. En honor a la verdad también hay que mencionar al jefe de Personal Sr. Rafael González que puso de su parte para solventar tan difícil situación. Coincidió entonces la reunión en Madrid para la revisión del convenio y el Comité Intercentros planteó como primer punto del orden del día la readmisión de los despedidos en Sevilla. La empresa alegó que ese tema era competencia del Ejército del Aire y se apresuró a ofrecer una subida del 17% en los salarios. Incluso autorizó que se dieran asambleas informativas en los vestuarios (en esta ocasión por secciones) y, en ellas la mayoría de los trabajadores expresaron su conformidad con el incremento salarial y así mismo con la condición de las readmisiones. Confiando en la promesa de la Dirección respecto a ello, Antonio Salcedo habló en una asamblea en las escalinatas de los vestuarios para favorecer el acuerdo y en ese punto confrontaba con la mayoría de la vanguardia obrera que no confiaba en la empresa. A los pocos días fueron readmitidos los compañeros despedidos, pero a Salcedo le afectó mucho la fuerte crítica que soportó.

En septiembre de 1976 se realizaron asambleas autorizadas en el Comedor para elaborar el anteproyecto del convenio para los años 1977 y 1978. Hubo fuertes discusiones y grandes broncas con algunos compañeros disconformes con plantear algunos temas, por ejemplo, la amnistía laboral. Estos compañeros organizados en un grupo a los que se llamaba "el sindicato de la yerba" tenían mucha aversión al PCE y acusaban de maniobrerismo a este partido, aquello provocó que Salcedo y los demás dirigentes de Comisiones Obreras se presentaran en las asambleas como militantes del Partido Comunista aun siendo ilegal esa afiliación política . En enero de 1977 la matanza de los Abogados de Atocha provocó una respuesta con asamblea, paros y marcha por toda la factoría de Tablada expresando la consternación por aquellos crímenes con una gran corona de claveles rojos y blanco.

 

             EL PCE LEGAL. SALCEDO CONCEJAL EN CORIA DEL RÍO.

 



Para las elecciones generales de junio de 1977 los militantes aeronáuticos del PCE desplegaron una intensa campaña dentro y fuera de la empresa para conseguir votos.

 El 15 de diciembre de ese año se hace realidad la Amnistía Laboral en CASA con la readmisión de los cincuenta y ocho despedidos en años anteriores por destacar en las luchas obreras. (En éste Blog se puede visualizar la dimensión de la Amnistía Laboral de HASA y CASA )

 Además de su compromiso metalúrgico-sindical, Antonio Salcedo participa en la Asociación de Vecinos CAURA en su pueblo de residencia Coria del Río hablaba en la asambleas ciudadanas y en las acciones reivindicando autobuses y otras mejoras para las familias más necesitadas.

Fue elegido Presidente de dicha Asociación, lo que le costó sufrir represión gubernativa. El 3 de abril de 1979 en las Elecciones Municipales, el PCE de Coria del Río obtuvo mayoría absoluta y Antonio Salcedo desempeñó la responsabilidad de Teniente de Alcalde hasta los primeros meses de 1981 que dimitió por disparidad de criterios con sus propios compañeros del grupo municipal. ( En este Blog se encuentra un reportaje sobre la aportación de l@s trabajador@s aeronáutic@s en los Ayuntamientos)


            LA TRANSICIÓN Y SU IMPACTO EN LAS FÁBRICAS.

 En 1982 se celebraron elecciones sindicales en una coyuntura política y sindical de cambios importantes y renovación de personas al frente de las secciones sindicales y los comités de empresas en las fábricas. Así en las elecciones previas de los afiliados de Comisiones Obreras en la factoría de Tablada los resultados relegan a Antonio Salcedo a una posición baja en la candidatura que suponía no ser elegido para delegado sindical. Aquel revés en su trayectoria le cambió la vida, dominada ya por su decepción política. Se dedicó más a la familia y a sus hijos consiguiendo que los varones ingresaran en la plantilla de C.A.S.A. (José Antonio y Juan Ramón en la Escuela de Aprendices) y Miguel Ángel a través de un cursillo de formación profesional.


                 ESCRIBE SUS MEMORIAS DE LUCHADOR

 Motivado por una sugerencia de José Antonio Nieto se sumerge en escribir su trayectoria en la fábrica y en el movimiento obrero sevillano. El veinticuatro de octubre de 1984 sale a la luz pública el libro < MIS VIVENCIAS EN EL MOVIMIENTO OBRERO DE C.A.S.A.> del cual se imprimieron mil ejemplares. En él se encuentran impresos los episodios más importantes de la lucha reivindicativa en CASA durante las décadas de los sesenta y los setenta, sobre todo en Sevilla; menciona a multitud de compañeros que fueron protagonistas de dichos episodios y también está cargado de anécdotas que humanizan y aportan una narrativa interesante y de fácil lectura. El libro contiene 200 páginas y llama la atención la buena memoria que condensa, por lo que hay que agradecerle la voluntad de escribirlo.

 


        PRE-JUBILACIÓN Y HOMENAJE DE LAS CC.OO. DE CASA.

 El 24 de mayo de 1988 se acoge a la prejubilación con sesenta años y tras veintitrés años en la empresa. A los siete meses la Coordinadora de CC.OO. de C.A.S.A. organiza una cena homenaje en el pueblo de La Puebla del Río. Asistimos un centenar de compañer@s. A Salcedo le pilló de sorpresa, se emocionó mucho y se sintió feliz por el reconocimiento. Con profundo sentimiento dijo: <espero y deseo que no os quiten las parcelas de libertad que se consiguieron con nuestras luchas, sudores, sangre y lágrimas. Las cadenas se rompieron pero no olvidéis compañeros que existieron>.

Con 78 años de edad acabó de escribir un documento autobiográfico que se titula: <Biografía de un Don Nadie> donde complementa las vivencias recogidas en su libro y relata más pormenorizadamente sus orígenes familiares y su infeliz  infancia. Este documento no está editado públicamente, lo finalizó el 12 de septiembre de 2005 y desde entonces se ha distribuido discretamente en fotocopias encuadernadas. Contiene 181 páginas.

 Su generosa aportación a la lucha obrera ha dejado una huella imborrable que son un referente de como una persona con buen corazón y una clara conciencia de clase se sitúa a la vanguardia y además, superando sus limitaciones personales, deja su legado escrito para que se puedan rememorar vivencias colectivas y sirva de ejemplo para nuevos sindicalistas y  trabajador@s rebeldes luchador@s contra las injusticias y por los derechos de la Clase Obrera.












En el siguiente vídeo Antonio Salcedo habla de su libro y lo dedica.






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