Dos trabajadores de C.A.S.A., Francisco Torres
Pérez y Donato García Gutiérrez, consiguieron una rotunda victoria a pesar de
la represión existente en aquellos años sesenta. Los dos eran enlaces
sindicales y encarnaban la representación del nuevo movimiento obrero
antifranquista que surgió en aquella década con la combinación de la lucha
legal y la clandestina.
Getafe tenía entonces veintinueve mil
habitantes pero el número de los electores es muy difícil de conocer porque en
el Archivo Municipal de Getafe no hay registros respecto a estas elecciones.
Los datos son de documentos guardados por Paco Torres. Aunque aquellas
pseudoelecciones tenían el carácter de municipales, el régimen franquista las
enmarcaba en el llamado "Tercio de Representación Familiar" o
"Representación de los Cabezas de Familia". Las mujeres no podían
presentarse porque no se las consideraba "cabezas de familia". Sobre
el papel los hombres que cumplieron los requisitos legales podían ser elegidos
pero en la práctica las coacciones y amenazas impidieron el derecho que la ley
otorgaba.
Desde 1924 la empresa más grande de Getafe ha
sido CASA y su vanguardia obrera marcaba la pauta en las luchas
reivindicativas. Paco Torres y Donato García fueron líderes obreros que
actuaron a cara descubierta y llevaban tres años encabezando acciones para
mejorar las condiciones de vida y trabajo de la plantilla de Construcciones
Aeronáuticas. El conjunto de enlaces sindicales formaba un equipo muy
activo y eficaz que situó a CASA en referente de luchas y conquistas
significativas. Las Comisiones Obreras estaban en auge porque se estaba
demostrando la acertada combinación de la lucha ilegal (las huelgas estaban
prohibidas) con la utilización de los escasos cauces legales en el Sindicato
Vertical.
Paco y Donato estaban vinculados a Comisiones
Obreras y habían sido elegidos en la fábrica por ser honrados, valientes y
combativos. Ese mismo año de 1966 fueron refrendados en las elecciones
sindicales que se celebraron a nivel estatal. Al mismo tiempo eran
dirigentes obreros reconocidos en el pueblo.
CC. OO. y el PCE de Getafe motivados
por el respaldo popular en las movilizaciones obreras deciden apoyar la
Candidatura Obrera para dar un salto cualitativo en el contenido político que
supondría entrar en el Ayuntamiento del pueblo. Hay que resaltar que para
el Partido Comunista de España suponía una contradicción política porque
propugnaban la consigna de boicotear las elecciones locales del franquismo.
Pero el aparato represivo del franquismo se
puso en marcha para impedir que las organizaciones obreras alcanzaran ese nivel
superior de representación y por todos los medios intentaron hacer fracasar
aquella iniciativa. El Alcalde llamó a los dos candidatos para que
retiraran la Candidatura y estos no claudicaron. Los carteles que pegaban
por las calles los arrancaban los falangistas y también trataron de impedir el
reparto de hojas y octavillas. CC.OO. y el PCE consiguieron vehículos con
altavoces para popularizar la consigna de <<Democratización del
Ayuntamiento>> y dar a conocer a los dos candidatos.
El eslogan de la campaña tuvo buena acogida en
un amplio sector de la población y el ambiente de tensión favoreció el interés
por votar. Y llegó el día de la votación: 13 de noviembre de 1966.
Participó más del treinta por ciento de los electores en unas elecciones que
habitualmente no alcanzaban ni el cinco por ciento. Grupos de falangistas
y de la llamada "Guardia de Franco" en un número superior a 200
intimidaron a la gente en los colegios electorales. Su intrusismo se hizo
notar sobre todo durante el escrutinio: pistola en mano asaltan varias mesas e
introducen votos de ellos en las urnas y se llevan tres de las once urnas que
había en total.
A pesar de todo, Paco y Donato ganaron por
abrumadora mayoría en las ocho mesas donde pudieron contarse los votos. Esa
misma noche fueron llevados al Ayuntamiento y ya en la misma entrada miembros
de la Brigada Político Social (policía secreta del régimen) les enseñan un
papel con nombres y apellidos de dirigentes obreros a los que detendrían y
encarcelarían si ellos no renuncian como concejales elegidos. El Alcalde
les incrementa las amenazas hablando de que podría correr la sangre por el
pueblo y ante semejante chantaje los compañeros renuncian firmando un papel que
ya le tenían preparado dirigido al Presidente de la Junta Electoral. Como
las elecciones habían tenido la mayor participación conocida hasta la fecha y
todo el pueblo era consciente de los incidentes ocurridos las elecciones son
anuladas.
El alcalde, Pedro Zarzo Calvo, se basó en las
irregularidades que ellos mismos provocaron para declararlas
"desiertas" y prorrogar su mandato hasta que se celebren otras. Transcurrido
un año y medio convocaron otra vez las elecciones. En esta ocasión Comisiones
Obreras y el PCE llamaron al boicot y el porcentaje de votación no llegó ni al
cinco por ciento como sucedía en otras ocasiones.
EL pueblo de Getafe tomó conciencia y comprobó
que la llamada "democracia orgánica" de la dictadura era una burda
mentira destinada a blanquear su imagen en el exterior.
A pesar de todo, aquella experiencia insólita
de noviembre de 1966 en Getafe sirvió de referencia para el Distrito IX (Nou
Barris) de Barcelona donde en 1973, el 16 de octubre, un obrero metalúrgico,
Fernando Rodríguez Ocaña (inmigrante andaluz de Jaén) también fue elegido y
también fue obligado a renunciar. Se demostraba nuevamente las farsas
electorales del régimen franquista.
Los datos y fotos que aquí se publican se pueden ver en la página web del Museo de Getafe: https://museo.getafe.es/omeka/collections/browse
En el libro <Getafe
1939/1979 de la dictadura a la democracia> se recoge la narración completa
de estos hechos escritos por José Luis Sánchez del Pozo. Catedrático de
Enseñanza Media. Ver páginas: de la 83 hasta la 93.
Enlace al libro en PDF: https://museo.getafe.es/omeka/files/original/Getafe1939-1979_DelaDictadura_a_la_Democracia.pdf
Más información sobre Francisco Torres
Pérez: http://mrayagil.blogspot.com/2022/09/uno-de-los-lideres-obreros-de-casa.html
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