lunes, 2 de mayo de 2022

Manuel Román Sánchez El Botones un popular compañero apreciado por distintas generaciones de trabajador@s aeronáutic@s.

 El día 23 de abril, a la edad de 87 años, dejaba de existir físicamente el que fuera uno de los hombres de C.A.S.A. más conocido y querido por el colectivo aeronáutico en Sevilla.

Su hijo comunicó la triste noticia en las redes sociales e inmediatamente se sucedieron las condolencias, las muestras de cariño, la rememoración de vivencias tanto en el trabajo como en el equipo de fútbol,… han sido cientos de personas y algunos mencionaron a otros compañeros como <El Farina> y el Guzmán que le ayudaban a distribuir por las diferentes secciones las tortas, mantecados y pasteles que le encargaban diariamente. Todos al recordarlo coincidían en resaltar lo buen compañero que fue: afable, servicial, atento en ayudar a quién se lo solicitaba y sobretodo un optimista por naturaleza. En definitiva, todo un personaje –en el buen sentido de la palabra- al que conocía toda la plantilla de la Factoría de Tablada y que ha pasado a nuestra historia humana como uno de los grandes de Construcciones Aeronáuticas.

En mis breves palabras de despedida publiqué el siguiente texto: Manuel Román <el Botones> encarnó siempre la trayectoria de un hombre de C.A.S.A. que destacaba significativamente por aportar en positivo a los demás compañeros. Así se demuestra rememorando sus vivencias profesionales en San Pablo y Tablada, jugando de delantero en el equipo de fútbol de la empresa, ayudando en los desayunos diarios con sus "perrunillas" y dulces varios, en las actividades lúdicas del Grupo de Empresa, etc. Tengo un recuerdo especial de la década de los años ochenta cuando coincidí con él y con Emilio Guzmán en Residencias de Tiempo Libre dónde era un animador en los juegos infantiles, contando chistes para los mayores y organizando bingos; lo hacía tan bien y con tanta elegancia que muchos residentes pensaban que era un profesional contratado cuando en realidad Manuel Román -trabajador de C.A.S.A.- estaba entregando generosamente sus días de vacaciones en hacer reír, disfrutar y entretener a las familias que allí se hospedaban. Porque <el Botones> amaba la vida y más que como un compañero se relacionaba como un amigo entrañable, las veces que me lo encontré en el barrio de Alcosa me saludaba efusivamente y se paraba a conversar como si no tuviera otra cosa que hacer. Esa alegría, ese cariño hacia los demás y ese orgullo de las vivencias en las factorías sevillanas será el recuerdo permanente que se mantendrá indeleble en nuestros corazones.

Descanse en paz. Mis condolencias a su hijo y demás familiares.

Y ratificando lo que ha escrito su hijo Manuel:

<Allí donde esté hará felices a los que lo rodeen>



















No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu aportación a la transmisión futura de nuestra memoria.