lunes, 11 de mayo de 2020

El compañero Miguel Álvarez Nogales envía un escrito muy interesante para que todos podamos conocer detalles de nuestra propia historia y sobre la calidad humana de quienes la protagonizaron.


Cuanto daría yo por volver atrás en el tiempo, situarme en el centro de la nave vieja, dar unas palmadas y ver como sorteando máquinas y bancos de trabajo, acudíais a la asamblea ; ya que es materialmente imposible, me dirijo a vosotros compañeros a través de nuestro grupo.
   Mucho se ha hablado de los cambios producidos en CASA después de la huelga de los 10 días; hoy quiero hacer una reflexión sobre un aspecto poco tratado; quizás por la euforia de las conquistas o por el distanciamiento entre trabajadores y mandos superiores en general.
   Hoy quiero separar el grano de la paja, porque ha habido mandos y mandos.
   Cuando se legalizaron los sindicatos, CC.OO de Tablada nos propusimos abordar el tema de los mandos en general y el de los superiores en particular. Convocamos una asamblea que se celebró en el Duque y a ella invitamos a una serie de mandos y entre ellos creo recordar a Justo Pérez, al Sr. Linares y otros cuantos a los que lamentablemente no recuerdo sus nombres.
    Quizás alguno de vosotros podáis refrescarme la memoria.
      Otros a los que yo destacaría aunque no acudiesen a la asamblea es a Martínez Álvarez padre, hombre católico practicante, honrado, profesional y afable en el trato con los trabajadores;  también quiero destacar a Manuel Rodríguez Barrios un Ingeniero no al uso de lo que nos tenían acostumbrados la mayoría de sus compañeros de escalafón.
     Para mí, hay uno que destaca sobre todos, ese mando era Rafael González Chamorro, primero como ingeniero jefe del laboratorio y después como jefe de personal, es en ésta faceta cuando yo empecé a tener una relación más estrecha con él.
     Como consecuencia de la  " CULEBRA",  hubo una serie de mandos que sacaron a flote su servilismo a la empresa y otros su odio manifiesto a los trabajadores; entre los primeros por mencionar a algunos podemos destacar Armenta, Alonso y Salgueiro, éste último se lució al intentar que la " CULEBRA" penetrase en la nave vieja por la puerta que daba a la Sección de Baños, siendo apartado sin contemplaciones por la cabeza de la manifestación.
     Entre los segundos quiero destacar a uno por su odio a los trabajadores y sus manifestaciones fascistas; ese era Sariego, jefe de la oficina de personal, que al paso de la " CULEBRA" por su sección, les dijo a sus empleados  " el que se vaya es comunista y el que se quede fascista como yo", se quedó sólo y no porque sus empleados fuesen comunistas, sino que operaban en ellos un sentimiento solidario de clase que al grito de ¡¡ compañero únete!! se unieron.
    A raíz de estos hechos, los empleados de personal no soportaron más el despotismo de este funesto personaje y empezaron a llover las quejas a la jefatura de personal sobre esa actitud.
    Una mañana me llamó el Sr. González y me dijo que qué podía hacer con este hombre para que dejara de originar problemas; yo le sugerí que le " vendiese la moto", de la necesidad de cubrir un puesto vital para la empresa como era el de control de aduanas; compró la moto y lo confinaron en un pequeño despacho en la nave de materiales con una sola persona a su cargo como secretaria ésta secretaria fue la compañera Carmen Melendo.
      Organizar a los metalúrgicos sevillanos ha sido y es bastante complejo, la mayoría de las empresas son pequeñas y muy dispersas; en mis conversaciones con el Sr. González, le hacía ver la necesidad de organizar al máximo al conjunto de los trabajadores si queríamos acabar con la dictadura, a lo cual él, como buen democratacristiano estaba dispuesto ayudar en la medida de lo posible dentro de su responsabilidad en la empresa.
     Los delegados sindicales disponíamos de 40 horas mensuales para dedicarlas las labores sindicales, el me facilitó el dedicarme al Metal en la provincia de Sevilla sin límite de horas sin que me faltase el salario para mi familia.
     Al constituirse el sindicato, necesitamos una sede para que las diferentes ramas sindicales pudiesen desarrollar sus actividades; para ello se alquiló una casa de dos plantas en la C/. Alhóndiga esquina con la C/. Dormitorio; pues bien puso a mi disposición al compañero Rivera (chofer de la empresa) y un camión para ir a la Hispano y cargar con todo el mobiliario, lámparas etc., etc. que nos pudiera servir para amueblar la sede.
     Con él coincidí varias veces en la negociación del convenio colectivo, él iba representando a Sevilla en las negociaciones y en uno de los viajes a Madrid, ya en el avión me preguntó y comprendía si no le contestaba, si yo era comunista, le contesté afirmativamente, tenía plena confianza en él al igual que el la tuvo conmigo, incluso sobre temas familiares que le agobiaban.
    Era necesario  que los compañeros de C. A. S. A, conocieran el comportamiento de un buen hombre, que podía haberse jugado el puesto de trabajo apoyándonos en la conquista de la Amnistía, las Libertades y la Democracia.
   ¡¡¡  Descanse en paz Sr. González!!!.

(A continuación añado algunas fotos donde se ven lugares, personas, actividades,…mencionadas por Miguel y también recuerdos de su compromiso sindical y político).





















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