El
pasado miércoles, día 14, le dimos el último adiós a Rafael Gómez Gil que había fallecido el día anterior. Rafael forma parte de la historia del nuevo movimiento obrero antifranquista en Sevilla y comenzó su trayectoria de trabajador aeronáutico en La Hispano Aviación y
posteriormente en C.A.S.A. Tablada.
Rafael
fue un gran profesional en la chapistería manual y desde su juventud un obrero
con conciencia de clase que se comprometió políticamente y sindicalmente
desafiando al sistema de dominación franquista en unos años muy duros. En la
década de los 50 en un contexto de represión agobiante y miedo generalizado en
los centros de trabajo y en toda la sociedad, una célula del PCE ya se
organizaba clandestinamente en La Hispano Aviación. Uno de aquellos jóvenes
obreros era Rafael Gómez Gil que trabajaba en la sección de Chapistería y al
final de dicha década tuvo de compañero, procedente de la Escuela de
Aprendices, a Fernando Soto Martín; éste ingresó al Partido por la influencia
de Rafael y a los pocos años fue uno de los principales protagonistas en el
resurgir del movimiento obrero sevillano y estatal. Entre los años 1959 y 1968
los trabajadores de La Hispano realizaron movilizaciones reivindicativas cuya
vanguardia impulsadora fueron las nacientes comisiones obreras.
Por
destacar en las marchas lentas, paros diversos y plantes de brazos caídos;
algunos compañeros como Rafael Gómez sufrieron la pérdida de su puesto de
trabajo en ese periodo de tiempo y, además del despido fueron encerrados en la
cárcel provincial. A él también lo torturaron en la Comisaría de Policía de La
Gavidia.
En
1969 y en 1970 la dictadura franquista decretó dos Estados de Excepción que
supusieron el descabezamiento de la vanguardia obrera, concretamente de La
Hispano y de C.A.S.A. fueron despedidos decenas de trabajadores que también
fueron detenidos, torturados y encarcelados por el sistema represivo.
Al
estar en las “listas negras” que manejaban los patronos, la mayoría de los
represaliados no conseguían entrar a trabajar en ninguna empresa porque eran
rechazados a causa de sus antecedentes penales, estar fichados por la polícia o
simplemente por haber sido despedidos en conflictos laborales.
Ante
esa tesitura la mayoría emigraba a otra provincia o a otro país. Rafael optó
por abrir su propio pequeño taller para la reparación y el montaje de tubos de
escape en la zona de Miraflores.
En
diciembre de 1977 con la Amnistía Laboral Rafael Gómez junto a más de 50
compañeros recuperó su puesto de trabajo aeronáutico reingresando en CASA y
retomando su profesión de Chapista. Lo hizo en 1980 porque antes tuvo que
gestionar el cierre de su taller sin perjudicar a nadie y cumpliendo con los
compromisos pendientes, para lo cuál estuvo algo más de dos años de excedencia.
De nuevo en la fábrica continuó con su compromiso sindical y político en CC.OO.
y el P.C.E. hasta que se jubiló perteneciendo a la plantilla de la Factoría de
Tablada.
Murió con 91 años y, a pesar de llevar cerca de 30 años jubilado, la
noticia de su muerte en las redes sociales vinculadas a la aeronáutica
sevillana causó mucha tristeza y se sucedieron las condolencias y los
comentarios rememorándolo, en éstos se destacan los elogios a su
profesionalidad, su lealtad en el compromiso político-sindical y sobretodo su
calidad humana como buen compañero y persona tolerante en el diálogo y en el
saber vivir amigablemente con los demás.
En
el Tanatorio y el Cementerio recibieron las condolencias su hermano Joaquín
<Quino>, su hijo Rafa y su hija Pepi, su sobrino Raúl y su yerno Jose
Manuel Hacha que también trabajó en C.A.S.A. Tablada (sección de Mantenimiento
mecánico). Y entre los asistentes que dieron el pésame, compañeros jubilados
como Miguel Álvarez Nogales, Luis Martinez Hermoso, Antonio Vázquez Cruz,
Manuel Raya Gil,...entre otros.
Descanse
en paz el compañero Rafael Gómez Gil. Su contribución a la lucha por los
derechos de los trabajadores y a la conquista de las libertades democráticas en
este país será un referente imperecedero.