El 28 de abril falleció un gran actor y
un gran hombre comprometido con la clase obrera. Fue amigo y camarada de varios
compañeros aeronáuticos, entre ellos Fernando Soto y Eduardo Saborido en
Sevilla, el vínculo que mantenían era que Juan Diego -desde 1968- también era
militante del PCE y luchador antifranquista por la libertad y la democracia. En
el mundo artístico le llamaban con el apodo "Juan Pliego" por su
activismo constante recogiendo firmas reivindicativas y encabezando las
movilizaciones sindicales del sector. Sevillano de Bormujos que con mucha honra
hacía gala de su origen humilde, también en su pueblo –desde su infancia-
mantuvo la amistad con otros compañeros de la aeronáutica sevillana. Siempre
estaba predispuesto a participar en asambleas y actos sociales en los que se
requería su presencia.
Será un referente de artista del
pueblo, sencillo, digno, coherente y luchador incansable; además de un
profesional admirable.
Poca gente conocía sus dos apellidos,
Ruiz Moreno, porque era el único actor conocido popularmente solo por su nombre
de pila.
Nació en 1942 y le tocó vivir los
duros años de la posguerra ayudando con su trabajo en la subsistencia de la
familia. Ahí empezó el compromiso con sus raíces y su eterno orgullo de
Bormujero. Sus amigos de la infancia le llamaban Juanito y le recuerdan con un
libro en las manos, declamando poesías, organizando un grupo de teatro,
viviendo con pasión sus inquietudes culturales y sociales. Quería transformar
el mundo para hacerlo mejor y comenzó dando ejemplo con su propia vida siendo
coherente en la entrega generosa a los amigos, colegas y camaradas. Así
participó en su pueblo en representar obras de teatro y recaudar dinero para un
Consultorio de Salud, prestaba su vivienda a los paisanos que iban a Madrid en
luna de miel y se buscaba otro lugar para pernoctar en esos días. Con detalles
como éstos se hizo querer y a su calidad humana le añadía un carisma natural
que lo elevaba al nivel de ser humano extraordinario. Consecuente con sus ideas
comunistas fue un luchador antifascista desde la década de los años sesenta y
era militante del PCE, formación política a la que se mantuvo leal toda su
vida. Este inquebrantable compromiso y su activismo constante en apoyar las
causas que movilizan a la izquierda más consecuente (contra la OTAN y las
guerras, por la recuperación de la Memoria Histórica, por las reivindicaciones sociales)
lo situaban como un ciudadano irremediablemente rojo.
En varios artículos y declaraciones
públicas sus colegas de profesión han resaltado su integridad en el trabajo, la
profunda inmersión en sus personajes con la que ha logrado que formen parte de
la memoria sentimental de los españoles protagonizando películas emblemáticas
del cine español junto a su dilatada trayectoria en el teatro. Consideran
asimismo que Juan Diego ha dignificado el oficio de actor y esa grandeza le ha
sido reconocida con tres premios Goya. También resaltan la suerte de tratarlo y
conocerlo porque siempre se distinguió por apoyar a jóvenes actores, actrices y
cineastas que han labrado su propio camino. Por ello lo califican de amigo
entrañable, noble, humilde y honesto. Además de muy culto.
Por su trayectoria de trabajo y
compromiso le han galardonado con distinciones muy significativas:
-CC.OO. le otorgó el galardón de
Abogados de Atocha.
- Medalla de Andalucía en el año 2003.
- Hijo Adoptivo de Sevilla.
- Hijo Predilecto de Bormujos.
Y por último, como un rasgo de su
personalidad hay que decir que el Betis era el equipo de sus amores y llevaba
muy alta la exclamación clásica de fidelidad verdiblanca: ¡Viva el Betis manque
pierda!
Por su
emotiva singularidad quiero dar a conocer un artículo publicado en un medio de
comunicación de su pueblo por un compañero aeronáutico que trabajó en la
sección de Metrología del Laboratorio de la Factoría de Tablada. Emilio José Tallafet Bejar
fue también amigo en la adolescencia y vecino del artista en Bormujos.
Grupo público
Emilio José Tallafet Bejar
28 de abril a las 18:35
Se
nos ha ido el personaje público más importante al día de hoy, de la historia de
Bormujos. Se ha escrito y se seguirá escribiendo de sus virtudes a las que yo
sin pensarlo me subscribo.
D.E.P.
Amigo y Compañero.
“Juanito”.
Ya de pequeño te admiraba; con que soltura te desenvolvía en el bar de tu tío
Simón, donde no más entrar a la izquierda no faltaba el cartel de toro de la
próxima corrida en la Maestranza, Cuadro foto de los cantaores “Niño Marchena y
de Angelillo; que a duras pena se veía por la atmosfera tan cargada del humo
del tabaco y la evaporación de la ropa mojada que hacía que una ligera neblina
impedía la visión nítida del ambiente. Juanito siempre estaba acompañado en el
que hacer de la barra por su tu tío Manuel y su tío Simón.
Juanito
siempre estaba al tanto de a quien servir una copa de Fundador, Castellana o de
un “Mosto” de nuestro pueblo; a la vez administraba el uso de la mesa de
billar, siempre iluminada por una bombilla de 25 W, conformada con su platillo
para concentrar la luz en el tapete verde, donde se jugaba a las carambolas o a
las 41. Eran tiempos de temporal y de agua; el bar estaba “atestao” era difícil
de entrar; nosotros los pequeños nos colábamos entre el gentío y allí nos
secábamos las ropas mojadas por la lluvia. Sigilosamente sin hacer ningún
espaviento nos colábamos hasta los futbolines para ver si podíamos jugar. Hasta
nosotros llegaban las voces del “Rentoi” o de la “Guinea”; juegos de carta que
se impartían en los compartimentos contiguo.
En
el colegio lo escogieron por ser el primero de la clase: para que participara
en el concurso del catecismo Mariano; representando al colegio Padre Majon de
Bormujos a nivel provincial.
Para
cualquier evento lo elegían en el colegio para declamar alguna poesía
En
mis juegos infantiles “Juanito” se distinguía como líder donde se emulaban a
las películas visionadas recientemente en el cine de nuestro pueblo recuerdo a
“Los siete niños de Écija y El secreto de D. Juan palomo. Estas películas
trataban de Bandolero de Sierra Morena. Juanito nos disfrazaba pintándonos las
patillas y los bigotes con un trozo de carbón humedecido con su propia saliva.
Otras veces el juego consistía en guerrear entre bandos a terronazo en las
viñas o estacadas de olivares
Ya
con tus 12 o 13 años se te veía cabizbajo con el libro bajo el brazo de “Las
mil mejores poesía de la lengua castellana” o el “Romancero Gitano” declamando
en voz baja cualquier poesía que pretendía declamar en público.
En
verano te ibas con tú familia a los predios de Los Caños a cuidar un higueral
que era de Anselmo Vázquez; acompañado de una burra que tus padres habían
comprado para hacer más livianos el transporte de la vianda ensere y el acarreo
de las jaulas envasadas de las ricas breva e higos. En uno de esos veranos te
fuiste a trabajar como dependiente de comercio de telas y quincallas al centro
de Sevilla.
Cuando
ibas al trabajo, no cogía el autobús de Suarez en Bormujos; tú te ibas andando
hasta la Venta Bobita (Castilleja de la Cuesta) para coger el Bus de la
Cooperativa o el de Jiménez; esto suponía un ahorro de 1,50 peseta.
Te
iniciaste al público en el programa “Conozca usted a sus Vecino de Rafael
Santisteban; los finalistas dilucidaban el premio en el teatro San Fernando,
todo Bormujo pendiente de que Juanito saltara a la palestra para que declamara
alguna poesía de Federico García Lorca
Bormujos,
Sevilla…. se le hacía pequeño, así que decidió marcharse a Madrid donde tenías
familiares (su tía Amparito) allí alternaba su trabajo eventual, (lo que
cayera) con sus estudios, en la Escuela de Arte Dramático, donde empezó a
sobresalir hasta que da el salto a la Tv Española Paseo de la Castellana donde
empieza sus primeros pinitos con María Fernanda Ladrón de Guevara en la serie
“Mi hijo y yo”. A partir de ahí empieza a formar parte de la historia de los
“Cómicos” de España.
Ya
en Madrid actuando en sus diferentes teatros siempre estabas al tanto de
cederle su piso a cualquier recién casado de Bormujos que se lo pidiera;
siempre podían contar con su piso. Tu mientras tanto buscaba que algún
compañero o amigo te cediera un rincón de su casa para pasar la noche.
En
abril de 1980 formalizo el grupo de teatro “El Barrero” donde dirigió la obra
de Federico Oliver “Los Semidioses”. La recaudación se destinaba para ayudar a
la construcción al primer Consultorio de Salud de Bormujos. La obra se
representó durante dos días. Fue todo un éxito”. En esta obra tuve el honor de
compartir tablas con Juan Diego
Hasta siempre amigo
En la siguiente entrevista se pueden conocer
más datos de su vida e interesantes opiniones.
https://www.mundoobrero.es/pl.php?id=11693
Otros enlaces a vídeos:
https://www.youtube.com/watch?v=nvBz77o2OZY