lunes, 23 de mayo de 2022

Manuel Díaz Payán, un compañero que encarnaba la trayectoria vital que identifica a miles de compañeros aeronáuticos ha fallecido en el día de hoy.

 Nació en 1957 y le faltaba muy poco para jubilarse definitivamente. Entró en la Escuela de Aprendices de Tablada en un curso de pre-aprendizaje aproximadamente en el año 1970 con 13 años y al acabar la formación profesional pasó de montador aeronáutico a la Factoría. Estuvo muchos años en una sección de remachadoras automáticas que se conocía por "La Drivimatic". Después pasó a la nueva Factoría de San Pablo y estuvo trabajando en la fabricación del A-400M allí hasta que se prejubiló. Tenía mucho prestigio como buen profesional y gran compañero que siempre ayudaba a todos. Buena persona que te atendía con mucha afecto. Él era sevillista pero discutía de fútbol con mucha cordialidad y buen humor. Trabajador con conciencia de clase que participaba siempre en las movilizaciones reivindicativas y alguna vez formó parte de candidaturas sindicales. Recuerdo su leal amistad con algunos colegas de su curso de la Escuela de Aprendices con los que compartía gustos musicales, vecindad y el placer de tapear en buena compañía.

 El azar es injusto y el compañero Payán ha fallecido sin apenas disfrutar de la merecida jubilación. Dá mucha pena el pensar que no volveremos a verlo ni a disfrutar de su presencia animosa y bondadosa, porque la verdad es que era todo un lujo tener como amigo y compañero a Manuel Díaz Payán.

 Descanse en paz

                         










sábado, 7 de mayo de 2022

En la trayectoria de hombre comprometido del gran actor Juan Diego hay que resaltar su vinculación a compañeros de la aeronáutica sevillana.

El 28 de abril falleció un gran actor y un gran hombre comprometido con la clase obrera. Fue amigo y camarada de varios compañeros aeronáuticos, entre ellos Fernando Soto y Eduardo Saborido en Sevilla, el vínculo que mantenían era que Juan Diego -desde 1968- también era militante del PCE y luchador antifranquista por la libertad y la democracia. En el mundo artístico le llamaban con el apodo "Juan Pliego" por su activismo constante recogiendo firmas reivindicativas y encabezando las movilizaciones sindicales del sector. Sevillano de Bormujos que con mucha honra hacía gala de su origen humilde, también en su pueblo –desde su infancia- mantuvo la amistad con otros compañeros de la aeronáutica sevillana. Siempre estaba predispuesto a participar en asambleas y actos sociales en los que se requería su presencia.

Será un referente de artista del pueblo, sencillo, digno, coherente y luchador incansable; además de un profesional admirable.

Poca gente conocía sus dos apellidos, Ruiz Moreno, porque era el único actor conocido popularmente solo por su nombre de pila.

 Nació en 1942 y le tocó vivir los duros años de la posguerra ayudando con su trabajo en la subsistencia de la familia. Ahí empezó el compromiso con sus raíces y su eterno orgullo de Bormujero. Sus amigos de la infancia le llamaban Juanito y le recuerdan con un libro en las manos, declamando poesías, organizando un grupo de teatro, viviendo con pasión sus inquietudes culturales y sociales. Quería transformar el mundo para hacerlo mejor y comenzó dando ejemplo con su propia vida siendo coherente en la entrega generosa a los amigos, colegas y camaradas. Así participó en su pueblo en representar obras de teatro y recaudar dinero para un Consultorio de Salud, prestaba su vivienda a los paisanos que iban a Madrid en luna de miel y se buscaba otro lugar para pernoctar en esos días. Con detalles como éstos se hizo querer y a su calidad humana le añadía un carisma natural que lo elevaba al nivel de ser humano extraordinario. Consecuente con sus ideas comunistas fue un luchador antifascista desde la década de los años sesenta y era militante del PCE, formación política a la que se mantuvo leal toda su vida. Este inquebrantable compromiso y su activismo constante en apoyar las causas que movilizan a la izquierda más consecuente (contra la OTAN y las guerras, por la recuperación de la Memoria Histórica, por las reivindicaciones sociales) lo situaban como un ciudadano irremediablemente rojo.

En varios artículos y declaraciones públicas sus colegas de profesión han resaltado su integridad en el trabajo, la profunda inmersión en sus personajes con la que ha logrado que formen parte de la memoria sentimental de los españoles protagonizando películas emblemáticas del cine español junto a su dilatada trayectoria en el teatro. Consideran asimismo que Juan Diego ha dignificado el oficio de actor y esa grandeza le ha sido reconocida con tres premios Goya. También resaltan la suerte de tratarlo y conocerlo porque siempre se distinguió por apoyar a jóvenes actores, actrices y cineastas que han labrado su propio camino. Por ello lo califican de amigo entrañable, noble, humilde y honesto. Además de muy culto.

 Por su trayectoria de trabajo y compromiso le han galardonado con distinciones muy significativas: 

-CC.OO. le otorgó el galardón de Abogados de Atocha.

- Medalla de Andalucía en el año 2003.

- Hijo Adoptivo de Sevilla.

- Hijo Predilecto de Bormujos.

Y por último, como un rasgo de su personalidad hay que decir que el Betis era el equipo de sus amores y llevaba muy alta la exclamación clásica de fidelidad verdiblanca: ¡Viva el Betis manque pierda! 


























Por su emotiva singularidad quiero dar a conocer un artículo publicado en un medio de comunicación de su pueblo por un compañero aeronáutico que trabajó en la sección de Metrología del Laboratorio de  la Factoría de Tablada. Emilio José Tallafet Bejar fue también amigo en la adolescencia y vecino del artista en Bormujos.

 TU NO ERES DE BORMUJOS SI NOO.....

Grupo público

Emilio José Tallafet Bejar

28 de abril a las 18:35 

Se nos ha ido el personaje público más importante al día de hoy, de la historia de Bormujos. Se ha escrito y se seguirá escribiendo de sus virtudes a las que yo sin pensarlo me subscribo.

D.E.P. Amigo y Compañero.

“Juanito”. Ya de pequeño te admiraba; con que soltura te desenvolvía en el bar de tu tío Simón, donde no más entrar a la izquierda no faltaba el cartel de toro de la próxima corrida en la Maestranza, Cuadro foto de los cantaores “Niño Marchena y de Angelillo; que a duras pena se veía por la atmosfera tan cargada del humo del tabaco y la evaporación de la ropa mojada que hacía que una ligera neblina impedía la visión nítida del ambiente. Juanito siempre estaba acompañado en el que hacer de la barra por su tu tío Manuel y su tío Simón.

Juanito siempre estaba al tanto de a quien servir una copa de Fundador, Castellana o de un “Mosto” de nuestro pueblo; a la vez administraba el uso de la mesa de billar, siempre iluminada por una bombilla de 25 W, conformada con su platillo para concentrar la luz en el tapete verde, donde se jugaba a las carambolas o a las 41. Eran tiempos de temporal y de agua; el bar estaba “atestao” era difícil de entrar; nosotros los pequeños nos colábamos entre el gentío y allí nos secábamos las ropas mojadas por la lluvia. Sigilosamente sin hacer ningún espaviento nos colábamos hasta los futbolines para ver si podíamos jugar. Hasta nosotros llegaban las voces del “Rentoi” o de la “Guinea”; juegos de carta que se impartían en los compartimentos contiguo.

En el colegio lo escogieron por ser el primero de la clase: para que participara en el concurso del catecismo Mariano; representando al colegio Padre Majon de Bormujos a nivel provincial.

Para cualquier evento lo elegían en el colegio para declamar alguna poesía

En mis juegos infantiles “Juanito” se distinguía como líder donde se emulaban a las películas visionadas recientemente en el cine de nuestro pueblo recuerdo a “Los siete niños de Écija y El secreto de D. Juan palomo. Estas películas trataban de Bandolero de Sierra Morena. Juanito nos disfrazaba pintándonos las patillas y los bigotes con un trozo de carbón humedecido con su propia saliva. Otras veces el juego consistía en guerrear entre bandos a terronazo en las viñas o estacadas de olivares

Ya con tus 12 o 13 años se te veía cabizbajo con el libro bajo el brazo de “Las mil mejores poesía de la lengua castellana” o el “Romancero Gitano” declamando en voz baja cualquier poesía que pretendía declamar en público.

En verano te ibas con tú familia a los predios de Los Caños a cuidar un higueral que era de Anselmo Vázquez; acompañado de una burra que tus padres habían comprado para hacer más livianos el transporte de la vianda ensere y el acarreo de las jaulas envasadas de las ricas breva e higos. En uno de esos veranos te fuiste a trabajar como dependiente de comercio de telas y quincallas al centro de Sevilla.

Cuando ibas al trabajo, no cogía el autobús de Suarez en Bormujos; tú te ibas andando hasta la Venta Bobita (Castilleja de la Cuesta) para coger el Bus de la Cooperativa o el de Jiménez; esto suponía un ahorro de 1,50 peseta.

Te iniciaste al público en el programa “Conozca usted a sus Vecino de Rafael Santisteban; los finalistas dilucidaban el premio en el teatro San Fernando, todo Bormujo pendiente de que Juanito saltara a la palestra para que declamara alguna poesía de Federico García Lorca

Bormujos, Sevilla…. se le hacía pequeño, así que decidió marcharse a Madrid donde tenías familiares (su tía Amparito) allí alternaba su trabajo eventual, (lo que cayera) con sus estudios, en la Escuela de Arte Dramático, donde empezó a sobresalir hasta que da el salto a la Tv Española Paseo de la Castellana donde empieza sus primeros pinitos con María Fernanda Ladrón de Guevara en la serie “Mi hijo y yo”. A partir de ahí empieza a formar parte de la historia de los “Cómicos” de España.

Ya en Madrid actuando en sus diferentes teatros siempre estabas al tanto de cederle su piso a cualquier recién casado de Bormujos que se lo pidiera; siempre podían contar con su piso. Tu mientras tanto buscaba que algún compañero o amigo te cediera un rincón de su casa para pasar la noche.

En abril de 1980 formalizo el grupo de teatro “El Barrero” donde dirigió la obra de Federico Oliver “Los Semidioses”. La recaudación se destinaba para ayudar a la construcción al primer Consultorio de Salud de Bormujos. La obra se representó durante dos días. Fue todo un éxito”. En esta obra tuve el honor de compartir tablas con Juan Diego

Hasta siempre amigo







En la siguiente entrevista se pueden conocer más datos de su vida e interesantes opiniones.

https://www.mundoobrero.es/pl.php?id=11693 

Otros enlaces a vídeos:

https://www.youtube.com/watch?v=nvBz77o2OZY


lunes, 2 de mayo de 2022

Manuel Román Sánchez El Botones un popular compañero apreciado por distintas generaciones de trabajador@s aeronáutic@s.

 El día 23 de abril, a la edad de 87 años, dejaba de existir físicamente el que fuera uno de los hombres de C.A.S.A. más conocido y querido por el colectivo aeronáutico en Sevilla.

Su hijo comunicó la triste noticia en las redes sociales e inmediatamente se sucedieron las condolencias, las muestras de cariño, la rememoración de vivencias tanto en el trabajo como en el equipo de fútbol,… han sido cientos de personas y algunos mencionaron a otros compañeros como <El Farina> y el Guzmán que le ayudaban a distribuir por las diferentes secciones las tortas, mantecados y pasteles que le encargaban diariamente. Todos al recordarlo coincidían en resaltar lo buen compañero que fue: afable, servicial, atento en ayudar a quién se lo solicitaba y sobretodo un optimista por naturaleza. En definitiva, todo un personaje –en el buen sentido de la palabra- al que conocía toda la plantilla de la Factoría de Tablada y que ha pasado a nuestra historia humana como uno de los grandes de Construcciones Aeronáuticas.

En mis breves palabras de despedida publiqué el siguiente texto: Manuel Román <el Botones> encarnó siempre la trayectoria de un hombre de C.A.S.A. que destacaba significativamente por aportar en positivo a los demás compañeros. Así se demuestra rememorando sus vivencias profesionales en San Pablo y Tablada, jugando de delantero en el equipo de fútbol de la empresa, ayudando en los desayunos diarios con sus "perrunillas" y dulces varios, en las actividades lúdicas del Grupo de Empresa, etc. Tengo un recuerdo especial de la década de los años ochenta cuando coincidí con él y con Emilio Guzmán en Residencias de Tiempo Libre dónde era un animador en los juegos infantiles, contando chistes para los mayores y organizando bingos; lo hacía tan bien y con tanta elegancia que muchos residentes pensaban que era un profesional contratado cuando en realidad Manuel Román -trabajador de C.A.S.A.- estaba entregando generosamente sus días de vacaciones en hacer reír, disfrutar y entretener a las familias que allí se hospedaban. Porque <el Botones> amaba la vida y más que como un compañero se relacionaba como un amigo entrañable, las veces que me lo encontré en el barrio de Alcosa me saludaba efusivamente y se paraba a conversar como si no tuviera otra cosa que hacer. Esa alegría, ese cariño hacia los demás y ese orgullo de las vivencias en las factorías sevillanas será el recuerdo permanente que se mantendrá indeleble en nuestros corazones.

Descanse en paz. Mis condolencias a su hijo y demás familiares.

Y ratificando lo que ha escrito su hijo Manuel:

<Allí donde esté hará felices a los que lo rodeen>