En los primeros años de la postguerra en un contexto de represión, vigilancia, terror, miedo, hambre, escasez,…Getafe renace a la lucha contra la dictadura franquista a partir de los centros obreros y, entre ellos, el más importante la fábrica de Construcciones Aeronáuticas. C.A.S.A. era una fábrica militarizada dependiente del Ejército del Aire y en 1939 no quedó ningún comunista ni en la fábrica ni en el pueblo. Sucedió que en la fábrica faltaba mano de obra, sobretodo técnicos y operarios cualificados, por lo cual las autoridades sacaron de las cárceles y de los campos de concentración a varios trabajadores indispensables para reanudar la producción aeronáutica. Y entonces el ambiente laboral y social estaba marcado por una década de sometimiento que comenzó con la caída de Getafe en poder de las tropas franquistas el 4 de Noviembre de 1936 que provocó una huida masiva de habitantes del pueblo que redujo su población al 10%, a pesar de ello la represión se intensificó y diez años más tarde –en 1946- se contabilizaban 55 fusilamientos ejecutados en el Kilómetro 14 de la carretera de Toledo, 27 muertos en el Hospital y 7 muertos en la cárcel. Asimismo en las prisiones y lugares habilitados como cárceles se hacinaban 2.658 presos en 1940, de los cuáles 269 eran mujeres.
Entre 1942 y 1947 hubo reorganización del Partido Comunista de
España (PCE) y hubo también detenciones, torturas en las Comisarías de Policía
y encarcelamientos…Y hubo nuevamente actividades clandestinas de propaganda
política, recogida de dinero y alimentos para los presos, plantes
reivindicativos en algunas empresas e incluso acciones guerrilleras.
En 1944 el PCE comarcal de Getafe contaba con unos 240
militantes que llegaron a distribuir más de 3.000 periódicos entre la población
laboral. Toda la propaganda se imprimía o se almacenaba en tres imprentas
clandestinas que montó el PCE y en las que trabajaron varios de los 80 militantes
que el Partido tuvo en la Factoría de CASA en Diciembre de 1945.
Durante la segunda Guerra Mundial el Gobierno de Franco era
aliado de la Alemania nazi y de la Italia fascista y una de sus contribuciones
fue la fabricación de piezas para los aviones Junkers alemanes. Una de las
acciones más arriesgadas de los compañeros comunistas de CASA consistió –durante
un año- en sabotear la aleación de los cilindros arrojando cristales en los
hornos de fundición para estropear la aleación de dichos cilindros y de otras
piezas. Se conseguía así obstaculizar los bombardeos alemanes en otros países.
El contexto europeo cambió al ser liberada Francia en Agosto de
1944 y la celebración de la victoria en París aportó esperanzas de cambio en
España. Tras la derrota del fascismo en 1945 nuestro país quedó aislado por su
apoyo a Hitler y Mussolini. En esta nueva situación internacional el PCE
consideró conveniente reforzar las guerrillas incorporando a cuadros militares
forjados en el maquis durante las batallas por la liberación de Francia donde
los que más habían destacado fueron condecorados como héroes por el gobierno
francés. Muchos de ellos regresaron a España en la fallida invasión del Valle
de Arán y en concreto en Madrid y su periferia organizaron una guerrilla urbana
a la que llamaron <Cazadores de la Ciudad>. En Getafe un grupo de
trabajadores de CASA formó parte de esta guerrilla fabricando bombas caseras
con materiales de la fábrica y asimismo realizando acciones de sabotaje en líneas
ferroviarias, sedes falangistas y otros lugares simbólicos del régimen franquista.
Debido a algunos errores cometidos y a los terribles
interrogatorios con torturas continuadas durante semanas la policía consiguió
desarticular a todo el maquis de la zona centro (Madrid y pueblos periféricos)
entre 1945 y 1947.
En la Factoría de CASA Getafe el 9 de Abril de 1946 la Brigada Político
Social (BPS) hizo una redada deteniendo a varios trabajadores vinculados al
PCE. Ese día Francisco Gasco, responsable principal del comando guerrillero, no
acudió al trabajo por problemas de salud y algunos compañeros le avisaron para
que se diera a la fuga y él les respondió: el destino de mis compañeros es mi
propio destino. Ese mismo día se entregó a la policía. (Este gesto de nobleza y
valentía es el que transmite el monumento: abriéndose el mono de trabajo para
dejar el pecho al descubierto).
En CASA hubo una purga general con más de 40 despidos y
detenciones. El régimen inició el Sumario 135312 en Abril de 1946 y el 29 de
Mayo celebró un Consejo de Guerra que sentenció tres penas de muerte y cinco
condenas a 30 años de prisión. Casi todas estas víctimas eran trabajadores de
CASA y el 16 de Julio fue fusilado el principal responsable:
Francisco Gasco
Santillán, conocido como <El Berenjena> tornero de profesión al que quitaron la vida a la edad de 25
años. Se negó a firmar la sentencia de muerte y gritó ¡Viva la República! ante el
pelotón de ejecución. Una calle del pueblo lleva su nombre.
Conmutaron la pena de muerte por 30 años de prisión a:
Juan José Vidal Vara, Ajustador en CASA, 30 años de edad.
Casto Loarces Roldán, también Ajustador en CASA, 26 años.
(Los dos tienen una calle rotulada que los recuerda
diariamente).
Los demás sentenciados fueron:
José Camacho Muñoz, 35 años, metalúrgico en CASA, fue Capitán de Milicias en la
guerra.
José Mena Rodríguez, 26 años, Ajustador en CASA.
Buenaventura Gómez Díaz, 28 años, Albañil.
Jesús Atienza Martínez, 26 años, Albañil.
Benito Claudio Hernández
<El Negro>, 35 años, Ajustador en CASA.
Por el mismo Sumario 135312 que afectó a 19 personas en total
fueron encarceladas otras personas a penas inferiores. La policía y los
militares franquistas relacionaron a algunos con la actividad guerrillera y a
casi todos con la militancia en el PCE. Algunos no sobrevivieron a las torturas
en la Comisaría y otros tampoco a las condiciones infrahumanas de las cárceles.
La mayoría cumplió condena hasta 1962 en que se beneficiaron con indultos.
Existen algunos testimonios escritos en Registros civiles que
identifican total o parcialmente a este colectivo de cerca de 40 detenidos y en
otros casos son las fuentes orales de familiares y vecinos los que los
recuerdan aunque solo por un nombre o un apellido. Con dichas limitaciones he
recopilado la siguiente relación de personas:
Alfonso Morales, maestro industrial en CASA, murió en la cárcel
a consecuencia de los golpes recibidos.
José Mena Rodríguez, trabajó en CASA, fue piloto durante la
guerra.
Julián Sánchez, trabajó en CASA, murió en la cárcel a
consecuencia de las torturas. Una calle de Getafe lleva su nombre.
Alfonso Benavente, 24 años, trabajó en CASA y en Ericsson.
José Soto, 26 años, Rectificador en CASA. Cumplió condena en la
cárcel de Burgos.
Luis Coto, 27 años, trabajó en la sección de Fundiciones de
CASA.
Buenaventura Gómez Díaz
Pablo Sacristán Paredes, trabajó en CASA.
Andrés Diez Fernández
María Luisa Recio Butragueño, 21 años.
Celedonio Montes
Leonardo Hervás
Julián Huertas, trabajó en CASA.
Hilario Merino Peláez
Luis Álvarez
José Mena
Julián Martín Gil, Trabajó en CASA.
Pedro Hernández
Mariano de la Serna, trabajó en CASA.
Álvaro de Luna, trabajó en CASA.
Antonio Ortega, trabajó en CASA.
<El Jaro>, 28 años, trabajó en la sección de Cizallas en
CASA.
Maroto, 35 años, trabajó en la sección de Montajes en CASA.
Calahorro, 34 años, trabajó en CASA.
(Un hombre venido de Cartagena), 29 años, trabajó en la sección
de Utillaje en CASA.
Pablo, Trabajó en CASA.
Lucas y Farinas, los dos murieron en la cárcel tras los
interrogatorios.
Además se mencionan a: Gonzalo, Emilio, Calvo, Rosel, Manolo,
Perales,…
Es bastante probable que en muchos casos donde no se indica la
relación con CASA también la tuvieran aunque el dato no aparece en la fuente
consultada.
En Marzo del año 2003 el Ayuntamiento democrático inauguró un
monumento dedicado a Francisco Gasco Santillán en la calle Madrid, principal
arteria del pueblo, pasando a ser un lugar donde se realizan actividades
relacionadas con la memoria histórica.
Al referirnos a este segmento histórico del maquis –de la lucha
guerrillera- tenemos que hacer un esfuerzo de comprensión de la situación
existente en aquellos años con una dictadura que ejercía el terrorismo de
estado. Conviene entonces recordar las palabras del Historiador Francisco
Moreno Gómez referidas a la legitimidad de esa lucha: < Aquella oposición y aquella guerrilla perseguida tuvo que
practicar la violencia, una violencia menor y testimonial contra una violencia
colosal, total y absorbente que practicó el franquismo. Pero el Derecho
Internacional considera lícita la violencia defensiva contra las tiranías y los
regímenes esclavizadores, licitud que ha sido admitida siempre, desde la noche
de los tiempos >.
Lucharon y pagaron
con su vida y con la cárcel. Y Frente a la tergiversación de la historia que
hacen los franquistas de hoy, hay que reivindicar a los que no claudicaron.
Considero que los
miles de trabajadores aeronáuticos con conciencia política que hemos formado
parte de las plantillas laborales y que hemos participado en las luchas obreras
durante la dictadura franquista hemos sido continuadores de su abnegado ejemplo
y podemos con orgullo y dignidad mantener como referentes de entrega total a
este singular grupo de jóvenes compañeros que se merecen Verdad, Justicia y
Reparación por su oposición a la dictadura franquista y su lucha por la
libertad y la democracia.
(Los datos y las
fotos que contiene este reportaje se pueden consultar en documentos del MUSEO GETAFE
y en artículos de los historiadores José Luis Sánchez del Pozo Licenciado en
Geografía e Historia, Catedrático en el IES <Clara Campoamor> de Getafe y
autor de varios libros sobre la historia de éste pueblo. Y de Francisco Moreno
Gómez que fue Catedrático del Instituto <Matemático Puig Adam> de Getafe,
investigador y autor de varios libros sobre historia contemporánea; asimismo se
pueden consultar diversas páginas webs de memoria histórica y en los libros
cuya portada y contraportada se exponen al final).